Xalapa, Ver. Para el autor de "El inconcebible universo", José Gordon, en México el 90 por ciento de sus capacidades están perdidas en medio de la corrupción y la violencia.

Entrevistado en la edición número 28 de la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil, consideró que pese a estas cifras en contra, es menester apostar por el 10 por ciento de capacidades que son extraordinarias.

"Cuando pienso en México me da la sensación de que el 90 por ciento de nuestras capacidades andan distorsionadas, perdidas, en medio de la corrupción, de atrocidades y en medio de la violencia, pero hay un 10 por ciento en donde México se mueven capacidades geniales y entonces mi respuesta es que hay que apostar por ese 10 por ciento".

Explicó que este fenómeno de "capacidades perdidas" está plasmada en la novela de Sabina Berman, La mujer que buceó en el corazón del mundo, que trata de una niña autista, cuya tía le hace exámenes y descubre que el 90 por ciento de sus capacidades están perdidas y que tiene un 10 por ciento de capacidades geniales.

"La tía dice algo que no solemos decir, vamos a apostar por eso 10 por ciento y la niña florece. Creo que en ese 10 por ciento se encuentran los lectores, aquellos que se reúnen en torno a una feria del libro para tratar de ensanchar la manera para saber que lo que vemos no es lo único que existe".

El autor de la serie "Imaginantes", aseguró que ante los tiempos de crisis que enfrenta el país los ciudadanos no deben perder la capacidad de asombro, pues eso permitirá recuperar la unidad y compartir nuevos mapas.

"Los sueños compartidos son mucho más poderosos, hoy se habla mucho de que la información es gran poder organizativo, pero un gran pensador decía que no, que compartir información es poder organizativo porque la información y los sueños por sí mismos no valen, tienen que ser compartidos".

Dijo que los ciudadanos deben madurar hacia la infancia, como ha señalado el escritor Bruno Schultz, e insistió en que es la capacidad de asombro lo que ayuda a no limitarse y buscar el conocimiento.

"Debemos mantener siempre la capacidad de asombro, y no saltarnos las preguntas que debemos hacer; en mi vida profesional he tenido la suficiente curiosidad para saber hacer las preguntas que se tienen que hacer y no limitarme. A veces por no hacer las preguntas adecuadas, dejas hoyos en el conocimiento y es una pena que en la infancia, con los niños, se pierde la capacidad de preguntar y cuestionar".

Por eso, aseguró que su obra es una invitación al conocimiento y a la imaginación, para que los jóvenes se acerquen una concepción del arte, la literatura y la ciencia desde una aproximación integral, como si de un todo se tratara el universo.

"Mediante la capacidad de asombro la articulación de un mundo puede ser más sencilla de lo que nos imaginamos, sin que esto le que el rigor al conocimiento".

Avc

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