- Cultura
Homenaje doble a Florescano; cumple 80 años
Merry MacMasters
Para el historiador Enrique Florescano Mayet, quien el día 12 recibirá un homenaje por sus 80 años, faltan muchos cambios por hacer en su área de estudio.
Por ejemplo, “no se ha generalizado la adaptación de las nuevas tecnologías. Es decir, todavía escribimos en libros, cuando los medios de comunicación ahora son en línea”, dice en entrevista con La Jornada.
Según el autor de ¿Cómo se hace un dios?, sobre todo no se han adaptado las nuevas tecnologías en la enseñanza, donde “estamos más atrasados. Sólo hacen que los niños aprendan fechas, no el significado de los hechos. Las nuevas tecnologías están hechas para captar la atención del niño y meterle el mensaje que viene de muchos lados. Ellos sólo absorben, no reflexionan, porque no les enseñamos a pensar. Entonces, estamos haciendo unos autómatas que les meten la noticia, el anuncio, la idea, sin que reflexionen sobre su significado. Necesitamos revertir el peso de la tecnología, es el problema que tenemos ahorita en el sistema educativo, que está en el proceso de cambiar; sin embargo, va a tardar”.
El 12 de julio Florescano será reconocido por la Secretaría de Cultura federal y el Fondo de Cultura Económica (FCE), sello en el que ha publicado gran parte de su obra.
Ese día a las 12 horas, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, recibirá un homenaje por su cumpleaños, mientras a las 19 horas, en la Librería Rosario Castellanos, el FCE presentará un libro de semblanzas sobre el investigador publicado por la Universidad Veracruzana (UV).
Los festejos ya comenzaron y Florescano se dice “abrumado”, también “emocionado y agradecido”, porque “todo se juntó”. El mes pasado fue a la UV a dar una conferencia que resultó ser un homenaje de su Centro de Estudios Históricos. Hace ocho días la Secretaría de la Defensa Nacional realizó un acto con motivo de la invasión de fuerzas extranjeras al Puerto de Veracruz, para lo que instituyeron una “medalla de la libertad”, que se entregó al historiador.
Vuelco de la historiografía nacional
Florescano, ex director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recordó que hizo varias revisiones críticas de la transformación de la historia de México –la primera fue El nuevo pasado mexicano–. Encontró que la historiografía nacional había dado un “vuelco tremendo”, ya que se había vuelto tema de relevancia para los historiadores estadunidenses, arqueólogos, antropólogos y sociólogos.
Si antes el vínculo de los historiadores mexicanos había sido con Francia, ahora se dirigió a Estados Unidos, con más énfasis en las ciencias sociales, la geografía, la demografía y la antropología. “Dejamos de estudiar la historia política como tema fundamental y entonces empezó la historia social de los obreros, la historia agraria de los campesinos, la historia de las mujeres, de las revueltas, de los pueblos sin historia, como se decía”.
Por otro lado, ha aumentado enormemente la producción de libros de historia en el país. Los estados han desplazado a la CDMX en ese rubro, afirma Florescano. Antes el INAH y El Colegio de México (Colmex) eran los principales productores de libros, ahora son Nuevo León, Sonora, Jalisco, Veracruz y Yucatán, lo que equivale a un cambio político y social relevantes. Además, se ha ampliado el campo de la historiografía para hacerlo más plural, no abordar sólo política y los “grandes momentos”, sino la historia social y la de las mujeres.
Florescano, director de proyectos históricos de la Secretaría de Cultura federal, expresa que “ya no hay un monopolio de la historia. Antes teníamos la historia oficial hasta el 68, incluso el libro de texto era un transmisor de ella”. Ahora los libros de textos incluyen temas como “la parte positiva del gobierno de Porfirio Díaz” porque “ya los hacen historiadores profesionales de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Colmex que tienen su propio criterio y modo de pensar. En las escuelas de ciencias sociales y humanidades del país se enseñan interpretaciones diversas de la historia. Hoy convive la historia marxista con la de la escuela más tradicional”.
Con información de La Jornada
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