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El aumento del precio de gasolinas se debe a reformas estructurales: Carstens
Roberto González Amador e Israel Rodríguez
El incremento en el precio de la gasolina, que “es producto de las reformas estructurales”, va a provocar “una desviación temporal” de la inflación, que superará la meta máxima de 4 por ciento durante gran parte de este año, aseguró Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (BdeM).
Sin embargo, rechazó que en este momento se viva en el país “un fenómeno generalizado” de aumento sostenido y general de precios y afirmó que “ha sido insignificante” el efecto de la depreciación del peso –de 22 por ciento en el último año– en el costo al consumidor de los bienes y servicios.
“No vemos un fenómeno inflacionario, sino ajustes en algunos precios por cuestiones de oferta y demanda en mercados particulares”, dijo al participar en el Seminario de expectativas económicas 2017, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
El Banco del México no va a “sobrerreaccionar” con movimientos en la tasa de interés de referencia para tratar de contener la inflación o “anclar” las expectativas sobre el comportamiento de los precios en los siguientes meses, añadió Carstens.
En referencia a la decisión de dejar su puesto en México en julio próximo para asumir el cargo de gerente general del Banco de Pagos Internacionales, Carstens afirmó: “no se preocupen, se quedan en buenas manos”, al mencionar que los actuales miembros de la junta de gobierno del banco central hacen mayoría en la toma de decisiones de esa institución.
“Anclar” expectativas, la meta del banco centreal
Agustín Carstens dejó claro que el Banco de México no tiene la intención de elevar las tasas de interés de referencia –que se han incrementado en 2.75 puntos porcentuales desde diciembre de 2015– para contener las presiones inflacionarias, como han planteado diversos analistas financieros.
En principio, el Banco de México no va a combatir las desviaciones esperadas en la inflación medida con incrementos en las tasas de interés de referencia –que afectan el costo de los créditos a tasa variable de las personas, como las tarjetas, o los que contratan las empresas–, explicó.
“Si el Banco de México sobrerreacciona, lo que puede suceder es que a través de sus acciones exponga a la economía a través de tasas de interés más altas que las adecuadas, y por lo tanto genere costos adicionales a la economía”, dijo el gobernador Carstens.
En este momento, aun con el alza en los precios de la gasolina y el incremento de los salarios mínimos, no se advierte en la economía la existencia de un fenómeno inflacionario, dijo. No hay un incremento sostenido y generalizado de precios, sino incrementos particulares en algunos precios, insistió.
“No quiere decir que vayamos a ignorar estos incrementos de algunos precios relativos. El reto del Banco de México es que no se vayan a desajustar las expectativas de inflación a mediano y largo plazos”, sostuvo.
Aun cuando no hay un fenómeno inflacionario, Carstens mencionó que las expectativas sobre el comportamiento de la inflación para 2017 han dado un “brinco importante”.
“Va a subir la inflación medida por cambio en el precio de la gasolina y el incremento al salario mínimo”, anticipó.
Lo que se espera es que ocurra “una desviación temporal”, que lleve la inflación a un nivel arriba de 4 por ciento durante gran parte de 2017 y que en 2018 se acerca a 3 por ciento.
Con información de La Jornada http://www.jornada.unam.mx/2017/01/13/economia/019n2eco