Los cuerpos de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, que fueron hallados sin vida este lunes, arribaron a la parroquia Nuestra Señora de Fátima en Poza Rica para ser velados.

Esta mañana, se ofreció una misa de cuerpo presente, a la cual asistieron los feligreses de la ciudad. Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa, fue quien ofició el servicio.

En su mensaje, que era escuchado por cientos de feligreses, el religioso hizo un llamado a la justicia.

La noche del domingo, sujetos armados ingresaron a la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, privando de su libertad a los dos sacerdotes y un auxiliar, los cuales fueron subidos a una camioneta.

Fue alrededor de las 13:00 horas del lunes, cuando personal de la Fuerza Civil encontró a los clérigos que habían sido secuestrados un par de horas antes. Ambos se encontraban maniatados y presentaban heridas de bala en diferentes partes del cuerpo, incluido el rostro.

Un par de horas más tarde, fue localizado con vida el auxiliar de la parroquia, quien logró escapar de sus captores, cerca del lugar donde fueron encontrados los cuerpos de los clérigos.

Este hecho mantiene conmocionada a la población en general, que a través de las redes sociales se han volcado primero para tratar de localizarlos y después para condenar el crimen.

Este asesinato se presenta a tan solo 24 horas de que el Ejército Mexicano, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz implementara un operativo especial, instalando seis Bases de Operaciones Móviles en la región, donde los índices de criminalidad han alcanzado niveles insostenibles.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Poza Rica se ubica en el treceavo lugar nacional entre los municipios con mayor número de homicidios a mano armada.