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Teocelo, un pueblo de danzantes en honor a la Asunción
En Teocelo, Veracruz, los pobladores veneran a la Virgen de la Asunción con pasos de baile. No importa si apenas han cumplido un año de edad, y aprenden a dar sus primeros pasos. O si superan los 65 años, y vienen por enésima vez a bailarle a la virgen.
Este domingo, a las 17:00 horas, el estallido de un cohete en las alturas, anunció el arranque de la procesión. La Virgen de la Asunción, ataviada en azul celeste, encabezó el desfile por la calle 05 de mayo.
Atrás de la imagen celestial, sus fieles danzantes: los Santiaguitos, los moros, los tocotines, los payasos, los toreros. Al fondo, el Arco floral de 17 metros de altura, que se pondrá en la entrada de la iglesia del pueblo, como una ofrenda.
La procesión de la Virgen, que va de la capilla a la iglesia principal, es amenizada por la música de banda.
El Arco
Las manos de Pedro González Ugarte se encargaron de elaborar el arco floral que adorna la entrada a la iglesia de la Virgen de la Asunción, en el municipio de Teocelo, Veracruz.
El trabajo comenzó siete días atrás, con el diseño en papel de los colores, las figuras y los relieves que llevaría. Luego, siguió, reunir el carrizo, el mecate, el clavo y la flor necesarios para su elaboración.
En los límites con Puebla se consiguió la “sierrilla” o “chimal”, de las afueras del pueblo cortaron el tencho.
González Ugarte, que elabora arcos para las fiestas patronales de Tlacolula, Quimixtlán, Puebla; Taltetela, Cosautlán, fue el encargado de coordinar a nueve personas para la elaboración del arco floral.
El hombre sólo estudió hasta cuarto de primaria, pero el armado del arco y el diseño que lleva, antes que otra cosa es un diseño matemático: “hay que tomar medidas de todo, del carrizo, de las varas que lleva, del largo, y de cuantas van a travesadas”.
Mientras la mayoría de los habitantes de Teocelo se inclinan por las danzas, González Ugate prefirió el diseño de los arcos. Comenzó cuando apenas tenía 12 años, ayudando a Taurino Alcantar, Lalo Chimba, Teodro Martinez, Linco Tlapa, con la limpieza de la flor.
“Hasta que llegó el momento que me dijeron: ahora tu lo vas a hacer. Tenía como unos 25 o 30 años, y desde entonces…”
Con más de 40 años de experiencia en la elaboración del arcos florales, Pedro González segura que a estas alturas, ya nada se le dificulta: “Lo aseguramos todo, le ponemos doble clavo, le amarramos mecate”.
La subida
La fuerza de cien hombres sostiene el arco floral en la entrada del templo de la Virgen de la Asunción. La música de banda y el estallido de los cohetones, marcarán el ritmo de los trabajos
Ayudados de tres cuerdas, que son tiradas desde lo alto del templo, acomodan el arco en la puerta de la iglesia.
Pedro González da las últimas indicaciones hasta quedar satisfecho con la posición del arco floral.
En la calle frente a la iglesia, los danzantes ofrecen los últimos pasos de baile, que guardarán hasta las celebración del próximo año.