Xalapa, Ver. La diputada Mónica Robles Barajas presentó una iniciativa de reforma al artículo 75 del Código Civil del Estado, con la que se garantizaría el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La legisladora del Partido Verde Ecologista de México, expone en el proyecto de decreto reformar, derogar y adicionar diversas disposiciones de la referida normatividad, con lo que se busca que la definición de matrimonio deje de ser la unión de un solo hombre y de una sola mujer que conviven para realizar los fines esenciales de la familia como institución social y civil.

Pide en cambio, que este sea considerado como “la unión de dos personas que deciden compartir la vida para apoyarse mutuamente y formar una familia como forma de relación social y personal”.

La justificación de la diputada, destaca al matrimonio, como “institución del Derecho Civil que parte de la base de la autonomía de la voluntad de las personas, es indispensable reconocer, como también lo ha hecho la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el propio Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que el derecho al libre desarrollo de la personalidad implica también el de decidir casarse o no”.

El documento agrega que no debieran existir restricciones para el establecimiento formal libre y voluntario de relaciones afectivas entre personas, independientemente de su orientación o preferencia sexual, pero que comparten como característica, una comunidad de vida a partir de lazos afectivos, sexuales y de solidaridad recíproca.

Robles Barajas recuerda que el hombre y la mujer son iguales ante la ley, por lo que retoma que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), interpretó la norma sobre el matrimonio, en el sentido de que, cuando la disposición prevea que el matrimonio es el contrato celebrado entre un solo hombre y una sola mujer, debe entenderse que ese acuerdo de voluntades se celebra entre “dos personas” (Tesis: 1a./J.46/2015 (10a.).

“Por lo tanto, es necesario a fin de no generar discriminación alguna, modificar el concepto de matrimonio previsto en el Código Civil para el Estado de Veracruz, para que quede establecido como la ‘unión de dos personas’”, insiste.

La diputada recuerda que el legislador Cuauhtémoc Pola Estrada, se manifestó sobre la reforma al mismo artículo del Código Civil, de fecha 29 de julio de 2014.

Sin embargo añade que en la suya, se reconoce también al concubinato como una figura similar al matrimonio, sobre todo en cuanto a los derechos que se derivan de la unión de las personas.

La diputada, también propone cambios en los temas de divorcio, familia, violencia familiar, pensión alimenticia, para garantizar los derechos plenos de las mujeres cuando se vean envueltas en situaciones desfavorables.

Robles Barajas reconoce que en su proyecto consideró el trabajo legislativo de otros diputados, por lo que tomó en cuenta las propuestas Gabriela Arango Gibb, relacionada con el nombre de la persona; la ex diputada Anilú Ingram Vallines sobre la posibilidad para contraer matrimonio de la mujer; María Belén Fernández del Puerto, sobre la presunción de la necesidad de los alimentos en las mujeres; Gustavo Gudiño Corro, referente al divorcio, así como de Cuauhtémoc Pola Estrada sobre el concepto del Matrimonio.

Sobre la pensión alimenticia, señala que es necesario revisar el Código Civil en este sentido, para cumplir con el mandamiento de que tanto los hombres como las mujeres tengan las mismas oportunidades de obtener iguales resultados, lo que implica que, en ciertas circunstancias, será necesario que haya un trato diferenciado a unas y otros, el cual deberá ser objetivo y razonable y no atentar directa o indirectamente contra la dignidad humana.

Respecto al nombre de la persona, señala como una forma de discriminación contra las mujeres, al disponer que al nombre o nombres propios que impongan los padres a sus hijos, deberá seguirlo el primer apellido del padre y luego el primer apellido de la madre, lo que refleja un tratamiento inequitativo en la norma, contrario a lo señalado en los instrumentos internacionales que prevén la igualdad jurídica del hombre y la mujer.

En cuanto al divorcio, proponen reformas que actualicen esta figura, para incorporar el divorcio incausado, pues es de considerar, como el legislador lo hizo en el Distrito Federal, que en la mayoría de los juicios en que se demanda el rompimiento del vínculo matrimonial las partes sufren un desgaste mayor que trasciende, incluso, a los hijos y las hijas y al resto de la familia.

Finalmente y frente a situaciones de violencia familiar, agrega, que su iniciativa fortalece lo relativo a la pensión alimenticia, pues a su juicio, el Estado debe garantizar la obligación alimentaria, la que se fundamenta en el derecho que tienen las/os acreedores alimentarios a gozar de las condiciones mínimas para una vida digna; en especial para aquellas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad por razones de sexo, edad, discapacidad entre otras.