Xalapa, Ver.- A casi una semana del atentado que sufrió el activista Jairo Guarneros Sosa, se exilió del estado para recuperar suficiente energía para continuar en su lucha social.

En un mensaje que dejó a sus amigos en la red social Facebook a seguidores y demás amigos, Guarneros Sosa les expresó agradecimiento y prometió regresar a la entidad veracruzana para seguir en su posicionamiento en la región montañosa.

“Salí ya del hospital y de la ciudad no por miedo sino para acabar de recuperarme de esa bala artera y que afortunadamente fue una que pegó en el pecho y salió por el brazo derecho sin comprometer afortunadamente órgano alguno, o sea, habrá Jairo para rato muy a pesar de quienes pudieran haber celebrado mi posible desaparición física. No me iré definitivamente de Orizaba y la región, si eso era lo que esperaban, menos ahora que constaté la solidaridad hacia un servidor, pronto estaré de regreso”.

El luchador social recalcó que están pendientes muchas cosas, entre ellas, demandar justicia y exigir que esa violencia que se apoderó del estado y región “se termine de una vez para que nunca más vuelva a haber un atentado cobarde y ventajoso como el que sufrí”.

“No me mueve la venganza, sino el deseo de que todas y todos podamos vivir en paz, sin miedo, sin ser baleados, asesinados, secuestrados o desaparecidos. Ratifico mi permanencia en la lucha social, por la defensa de los derechos humanos  y por contribuir un mundo  diferente  como dicen mis compas zapatistas a quienes respeto total y absolutamente UN MUNDO DONDE QUEPAN MUCHOS MUNDOS”.

En su carta de agradecimiento, mencionó que insistirá en el mismo movimiento social, no desde el poder, no desde los funcionarios de los distintos niveles “porque ahí no hay nada que hacer y es contra ellos contra los que se debe luchar, así que no me iré definitivamente de la región, si temporalmente mientras me recupero, porque quienes se tienen que ir son ellos, no los ciudadanos honestos que todos los días trabajan para ganarse la vida y no los que tercos pensamos un mundo diferente justo y equitativo”.

Guarneros Sosa es dirigente del Grupo Regional Independiente y el pasado 6 de julio, encabezó una protesta en las afuera de las oficinas de la Fiscalía Regional de Orizaba para exigir la presentación de los patrulleros de la Policía Municipal que la noche anterior habían chocado contra un taxi, dando muerte a Mariana Hernández Gutiérrez y lesionando a Erika Castañeda.

24 horas después de la protesta, recibió impactos de bala que le causaron pérdida de sangre en brazo y clavícula.

A 48 horas del atentado, activistas locales, nacionales e internacionales le mostraron solidaridad y respaldo para acciones futuras.

Alrededor de las 18:30 horas de este martes abandonó de manera sorpresiva y discreta las instalaciones del Hospital Covadonga donde estuvo hospitalizado cinco días, pero fue hasta este miércoles que lo hizo público.

Avc