Xalapa, Ver.  Tras el ingreso de la iniciativa del gobernador Javier Duarte de Ochoa, de utilizar el dinero del impuesto del 3 por ciento a la nómina para el pago de deuda, el economista Hilario Barcelata Chávez, titular del Observatorio de las Finanzas Públicas de la UV, advirtió de los riesgos que implicaría a la administración entrante.

En entrevista, el académico rechazó la propuesta y citó tres aspectos que deben tomarse en cuenta antes de emitir un voto a favor de la misma:

En primer lugar, indicó, no se sabe si la deuda es real, aunque se habla de un monto superior a 12 mil millones de pesos que se arrastra con proveedores.

En segunda instancia, agregó, no se sabe quiénes son los beneficiarios, pues el anexo que debía entregarse a los diputados para conocer esa información, no se distribuyó al momento de la entrega de la iniciativa.

Y en tercer lugar, criticó que no va a haber dinero para obra pública, principalmente puentes y carreteras, pues ese fideicomiso se creó para ese fin, no para el pago de pasivos.

Barcelata Chávez explicó que "solo le darán vuelta al dinero", pues el mismo impuesto que paguen los empresarios, será prácticamente para auto pagarse.

¿Quién está validando la deuda, si esa lista que ni siquiera se presentó como anexo en la iniciativa y no se sabe ni a quien se le va a pagar?, cuestionó.

El experto en finanzas enfatizó en la gravedad que los diputados aprueben la iniciativa sin conocer la lista de las empresas a las que se les va a pagar, pues se establece que solo se les pagará a esas personas, sin conocer si el trabajo o servicio prestado existe, e incluso, si las empresas son legales.

“Ese dinero debería seguirse destinando para obra pública, pues el dinero para cubrir ese adeudo es uno que se perdió en tanta corrupción, por ello se me hace sumamente indebida esta medida", reiteró.

Destacó que con ello el gobierno actual le está atando las manos al entrante para que no tenga margen de maniobra ni pueda revisar la legalidad de esa deuda.

Por otro lado, el académico advirtió también del riesgo de aprobarse la iniciativa para basificar a la burocracia, debido a que algunos de estos cargos fueron creados para incrustar a amistades y familiares.

Con esto, dijo, además de la carga innecesaria para el gobierno estatal, se está dejando de lado un análisis de las necesidades de personal, que si bien se pueden echar abajo, llevaría algún tiempo.

Lo más grave, aseguró,  los intereses de las personas que se van a quedar basificadas no se conocen, es decir, “¿a quién van a defender al interior de las oficinas donde se van a quedar?

“Seguramente es la intención dejar ahí a algunos que protejan los dineros o las trampas que se hicieron, que tapen los agujeros que hay que cubrir para no salir con responsabilidades”, advirtió.