Las mujeres en México que son detenidas o recluidas en centros penitenciarios federales o fuerzas armadas como la Defensa Nacional o la Marina Armada de México son torturadas, violadas o maltratadas física, psicológicamente o moralmente. Esto lo dio a conocer Amnistía Internacional (AI) después de que se realzara una investigación sobre los métodos que utilizan para obtener una declaración.

El informe que AI dio a conocer “Sobrevivir a la muerte, Tortura, de mujeres por policías y fuerzas armadas de México” sostiene además que se realizó una exhaustiva investigación en diferentes prisiones federales; se siguió el caso de 100 mujeres que denunciaron algún tipo de maltrato de parte de las fuerzas federales para obtener una declaración.

Las torturas según el informe van desde palizas brutales, amenazas de abuso sexual a ellas y a sus familiares, semiasfixia, descargas eléctricas, manoseo de pechos, pellizcos en los pezones, violación con objetos, dedos, armas de fuego y penes entre otro tipo de torturas, que hacían denunciar delitos graves a mujeres.

El informe de AI, lo realiza la investigadora Madelaine Penman quién relata que son cifras alarmantes las que se pueden mostrar en 62 páginas y que demuestran las acciones preferidas de las fuerzas federales para torturar a mujeres.

Según datos del informe las autoridades no han reaccionado de la mejor manera, pues detalla que de las denuncias que se presentaron desde 1991 y hasta 2014, sólo 2 mil 403 de estas prácticas fueron denunciadas y de las cuales sólo 15 terminaron en sentencias condenatorias a nivel federal.

Por otra parte, la investigadora también asegura que cuando realizó las investigaciones, recibió muchos obstáculos de parte de la Secretaría de Gobernación, lo cual le parece alarmante, ya que es la entidad que se encarga de impartir justicia  en México y las cuales se encuentran en las calles dando “seguridad” a la sociedad.

Por último, Penman, pide reconocer por parte de las autoridades la magnitud del problema, pero quiere que se haga de manera pública.

Con información de La Jornada