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Con misa negra arranca primer viernes de marzo
Catemaco, Ver.- El cacaraqueo las gallinas mientras eran sacudidas por encima de los recipientes con incienso encendido, fue lo que dio inicio al primer viernes de marzo en Catemaco.
Como cada año, los brujos, chamanes, curanderos y demás, se reunieron para, según su tradición, buscar la curación o hacer pactos con sus deidades para lo cual, matan a chivos, gallinas y otras especies, en la misa negra.
En una colonia de Catemaco, la ceremonia comenzó la noche del jueves cuando los brujos pasaron por caminos con velas hasta llegar al sitio donde una estrella de cinco picos esperaba pintada en el suelo, con imágenes de Lucifer adornando en sitio.
Un ritual para la fertilidad fue el primer paso, para lo que usaron a una mujer y muchas palabras de oración; pero justo a la media noche dieron inicio las tradicionales limpias del día invocando a Luzbel, para lo que se adentraron en la estrella dibujada y la mística del sitio.
Aun cuando dijeron que los sacrificios de animales serían rápidos y sin dolor, las gallinas fueron las primeras en sufrir los estragos de la festividad cuando fueron quemadas al pasarlas sobre incienso ardiendo.
El fuego de cada una de las puntas era avivado con más incienso, mientras los animales eran pasados por el cuerpo de algunos de los escogidos para ser "curados" o hacer pactos con el demonio.
El fuego, la caña escupida hacia los cuerpos, el cacaraqueo cada vez más débil de las gallinas se unieron al redoble de los tambores y las palabras escuchadas en el micrófono en las que se le pedía al demonio mismo que se manifestara.
Después, la sangre del chivo, que había esperado horas esperado amarrado a un árbol cercano, corrió desde su cuello cortado hacia una bandeja plata que sostenían.
Chivo que intentaba poner resistencia a morir desangrado por lo que tuvo que ser agarrado por hasta cinco personas en diferentes partes de su cuerpo. Y sangre que fue revuelta con caña para ser bebida por los brujos y asistentes a la ceremonia en búsqueda de una purificación.
La gran estrella de cinco picos que esperaba para ser quemada tuvo que esperar a que algunos visitaran el templo a Lucifer, con una figura enorme y un olor penetrante a saumerio, en el que ni algunos miembros del equipo del brujo que organizaba quisieron ingresar.
Finalmente, el fuego consumió la estrella en señal de que terminaba esa ceremonia, pero no sin antes un desfile de fotografías de cada uno de los brujos que acudían de diversas partes del estado para celebrar el día. Y el mismo fuego arrasó una gran estrella en las parcelas cercanas.
Al igual que en el templo de Enrique Marthen, en otros lugares se conoce que se llevaron a cabo ceremonias similares para dar inicio al primer viernes de marzo, aun cuando la festividad del ayuntamiento comienza hasta el viernes por la tarde.
Con el incienso, el saumerio y el fuego consumiendo las estrellas inició el día en que las personas acuden a realizarse limpias para atraer fortuna o alejar las malas vibras.
Avc