Organizaciones contra el fracking rechazaron que se otorgaran nuevos permisos para la apertura de tres campos exploratorios donde se pretende usar esta técnica, ubicados en la Sierra Norte de Tamaulipas (El Semillal) y los alrededores de la ciudad de Poza Rica, Veracruz (Maxóchitl y Kaneni).

Las 43 organizaciones que conforman la Alianza Mexicana Contra el Fracking (AMCF) reprobaron la decisión de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) avalada por la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente en el Sector Hidrocarburos (ASEA), de otorgar los permisos.

Las organizaciones se oponen al uso de esta técnica por ser nociva al medio ambiente, ya que entre los daños de la fractura hidráulica están: el uso de gran cantidad de recursos hídricos -cada pozo de fracking– requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua dulce a lo largo de su vida útil-, la contaminación de suelos y mantos freáticos -agua subterránea ubicada bajo la superficie de la Tierra- con más de 750 productos químicos que pueden causar cáncer y malformaciones, dañan el sistema endocrino, el sistema nervioso y causan alergias, entre otros.

La Alianza exige al gobierno federal retirar los permisos, contratos y asignaciones otorgados para la explotación de hidrocarburos donde se contemple el uso de la técnica de fractura hidráulica; también solicitaron que se reabra el debate legislativo sobre la prohibición del fracking y que la Sener elabore planes sectoriales donde se contemple una transición efectiva hacia na economía que no dependa de los hidrocarburos.

Los activistas señalan que continuarán realizando actividades para visibilidad los riesgos del fracking en México; dicen, es importante que las poblaciones que viven en territorios que serán afectados por esta técnica cuenten con la información y herramientas que les permitan defenderse.