Paso del Macho, Veracruz .- A 93 kilómetros de Tierra Blanca, entre los cañales que abastecen el ingenio “El Progreso”, en el municipio de Paso del Macho,  madres con hijos desaparecidos, integrantes del Colectivo Solecito, se dieron a la tarea de buscar restos humanos.

Con el sol rallando en el cielo, las madres procedentes de Córdoba, Amatlán de los Reyes y Potrero,  ubicaron un primer punto  sobre el camino que conduce de la carretera estatal Córdoba- Veracruz hacia el ingenio El Progreso.  A unos 100 metros de las vías del tren que pasa por el sitio,  una entrada de terracería las llevó hasta un terreno con un jagüey en el centro.

Desde el camino que conduce al ingenio, el jagüey es casi imperceptible a simple viste. El cañal de metro y medio de alto oculta el cuerpo de agua. Sólo seis arboles de mango, sembrados en hilera, a la derecha de la represa, destaca a lo lejos.

Acompañadas por personal de la Policía Ministerial de la Fiscalía General del Estado, las madres –algunas de ellas con cursos en la búsqueda y hallazgo de fosas clandestinas, tomados con organizaciones del estado de Guerrero-   se internaron en el terreno. 

Rodearon en jagüey, caminaron por debajo de la hilera de mangos, y recorrieron el terreno 200 metros a la redonda. No tuvieron que hacer mucho esfuerzo. En el sitio encontraron ropa interior de diferentes tallas, de hombre y de mujer. Tenis y un short.

La búsqueda que emprendieron desde que desaparecieron sus hijos,  llevó a las madres  hasta una fuente anónima que les habló de dos cementerios clandestinos en esa región de la entidad. Según ese informante, en el primer sitio de este recorrido, el grupo delictivo de la zona, en el periodo 2009-2014, solía matar a sus víctimas debajo del mangal, los “cocinaba” (los quemaba dentro de tambores con diésel y agua) y tiraba los tambos con restos óseos en el jagüey.

Con las evidencias recogidas en el lugar, las madres se trasladaron hasta un segundo sitio, conocido como el Escape. El segundo punto es una parcela sin siembra de caña, con  zacate de casi un metro de altura, un jagüey en la entrada, y montículos de tierra removida hasta el fondo.

Ante la mirada escéptica de los Policía Ministerial de la Fiscalía General del Estado, que hicieron el recorrido sin binomios caninos o equipo especializado para localizar fosas clandestinas o restos humanos, las madres se introdujeron en el terreno.

Llegó un momento de la búsqueda en que la desesperación,  llevó a dos madres a hincarse y escarbar con sus propias manos en un montículo de tierra que se veía recién removida.

En los dos lugares donde se realizaron las diligencias de búsqueda hasta poco más allá del mediodía del domingo, no fue posible localizar restos humanos. Sin embargo, las madres pidieron que FGE estudie las evidencias localizadas en el sitio, y se analice la pertinencia de  regresar al sitio con equipo especializado.

Las madres gestionan ante las autoridades estatales que se draguen las lagunas, y puedan verificar o descartar la presencia de restos humanos en el fondo.

El lugar recorrido por las madres este domingo se encuentra 93 kilómetros al norte de Tierra Blanca, donde cinco jóvenes fueron desaparecidos el 11 de enero del 2016, a manos  de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. Y 56 kilómetros al sur de Manlio Fabio Altamirano, donde en noviembre del 2011, la Procuraduría General de la República exhumó 28 cuerpos de dos fosas clandestinas.

El sitio se considera lugar de influencia del grupo delictivo los Zetas.