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Programas educativos, con inversión millonaria y sin comprobar su eficacia: Coneval
Nayeli Roldán
Los programas “Escuelas de tiempo completo” y de tabletas son dos de las estrategias que el presidente Enrique Peña Nieto presumió en su Tercer Informe de Gobierno y el PRI han promocionado en spots electorales como promesa cumplida. Sin embargo, las evaluaciones sobre su impacto demuestran que pese a la inversión millonaria, no existen pruebas de que funcionen para lo que fueron creados: elevar la calidad de la educación.
De acuerdo con el monitoreo y evaluación 2014-2015 de los programas sociales realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los programas operados por la Secretaría de Educación Pública carecen de indicadores para medir su eficacia entre los estudiantes. Aún cuando ambos forman parte de la Reforma Educativa, aprobada en 2012 con el consenso de todas las fuerzas políticas.
La Federación ha gastado casi tres mil millones de pesos en la compra de 949 mil laptops para estudiantes y maestros, entre 2013 y 2014, pero “no aporta información” sobre el cumplimiento de su objetivo: asegurar la calidad de los aprendizajes en la educación básica y la formación integral, como parte del Programa Sectorial de Educación 2013-2018, en el que basa su implementación.
El Coneval destaca que la SEP ha extendido la cobertura del programa de Inclusión y Alfabetización Digital (tabletas), pues en 2013 sólo distribuyó equipos en Colima, Sonora y Tabasco y para 2014 también lo hizo en el Estado de México, Puebla y el Distrito Federal, lo cual representó un aumento de 160%; sin embargo, “no aportó criterios para justificar el orden de selección de las entidades”, lo que significa “una debilidad en términos técnicos y de transparencia”.
Entre los hallazgos de la evaluación, se destaca que el programa “no cuenta con evaluaciones de impacto por ser de muy reciente implementación” y “no se identifican hallazgos del programa directamente relacionados con su fin o propósito, es decir con sus resultados”.
Además, la SEP cambió los indicadores en 2014, “lo que impide realizar una comparación” entre los dos años de aplicación. El Programa tampoco proporcionó una cuantificación de la población potencial y objetivo, por lo que es difícil realizar una valoración de la cobertura.
El Coneval considera que las metas sobre distribución de tabletas a los alumnos son adecuadas y ambiciosas (cobertura universal), pero algunas metas de indicadores de servicios y gestión “no aportan elementos sustantivos para conocer el desempeño del programa”.
Una de las debilidades del programa es que los indicadores del programa “no permiten conocer los niveles de aprendizaje de los alumnos beneficiados”; mientras que los indicadores de gestión son insuficientes para conocer el funcionamiento del programa, si se entrega los equipos de manera adecuada, y cómo se resuelven los problemas e imprevistos derivados del uso de dichos equipos.
La prueba PLANEA podría ser un “indicador fiable” que contribuiría a evaluar, al menos de manera aproximada, si las tabletas entregados tienen alguna incidencia en el aprendizaje de los alumnos, dice el informe.
El programa de Inclusión y Alfabetización Digital sustituyó al programa Habilidades Digitales para Todos, impulsado por el ex presidente Felipe Calderón y que a su vez reemplazó a Enciclomedia, un proyecto del ex mandatario, Vicente Fox.
Escuelas de Tiempo Completo inició en 2008 para que los planteles tuvieran horario ampliado y los estudiantes, servicio de comedor o actividades deportivas y artísticas. La ampliación del la cobertura también fue promocionado por el PRI durante la pasada campaña electoral.
Entre 2008 y 2015 ha habido un incremento significativo de la población atendida, al pasar de 953 escuelas a 23,182; es decir, más de 24 veces la cobertura inicial, gracias al aumento de presupuesto. Mientras en 2009 apenas recibió 427 millones de pesos, para 2014 ejecutó más de 5 mil millones de pesos; aunque el presupuesto original era casi del doble, se reportó un recorte de 5 mil 680 millones de pesos, lo que obligó a reducir en 25% la meta de atención de escuelas.
La evaluación del Coneval señala que el programa no cuenta con evaluaciones de impacto. Aunque podría tener una incidencia positiva en el logro de los alumnos de tercero a sexto primaria, no es posible conocer el grado de avance a través de evaluaciones estandarizadas como ENLACE, debido a que no se realizó en 2013.
En cuanto al indicador de “propósito”, sólo se alcanzó el 88.3% de la meta anual, que equivale a 65.62% de la meta sexenal (23,182 escuelas); es decir, más de 3 mil escuelas programadas no recibieron apoyos debido a recortes presupuestales.
El Coneval sugiere incluir una evaluación de impacto para conocer “la eventual incidencia del programa en los resultados educativos” y establecer un sistema de que controle el proceso de selección de escuelas por parte de las Autoridades Educativas Locales, a fin de mejorar el proceso de focalización entre las comunidades más marginadas.
También propone realizar una evaluación de desempeño, que muestre información sobre el monitoreo de los procesos escolares desarrollados bajo el nuevo modelo, es decir, “hasta qué punto las escuelas de tiempo completo ofrecen mayores oportunidades educativas reales a los niños”.
En 2015, la SEP modificó las reglas de operación para focalizar comunidades con alto índice de pobreza, marginación, y alimentación deficiente. Esta es una ventaja en términos de equidad, pues ya se incluyen a telesecundarias, escuelas indígenas, multigrado, con servicios a población migrante y de educación especial.
Con información de Animal Político http://ow.ly/Wecax