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Lado más oscuro de la sociedad mexicana

Las campañas van y vienen, pero la violencia contra las mujeres sigue siendo una gran deuda social en cuanto toca a desigualdad de género.

Las campañas van y vienen, pero la violencia contra las mujeres sigue siendo una gran deuda social en cuanto toca a desigualdad de género. Ni las leyes y acuerdos internacionales, ni las estructuras de gobierno, organizaciones no gubernamentales o el trabajo académico han podido detenerla, señala Ana Buquet Corleto, directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM.

Estima que para eliminarla es necesario desnaturalizarla, dejar de ver a la población femenina como un grupo vulnerable y buscar que ellas sean consideradas sujetos de derechos capaces de reconocer y denunciar cualquier forma de maltrato.

La especialista en género, sexualidad y educación superior deja en claro que en México hay múltiples formas de ataques contra este sector, que van desde el feminicidio (presente en todo el país) hasta las agresiones en la calle, en el hogar o en los espacios laborales, educativos y de prestación de servicios.

Esto se debe a que en nuestra cultura y prácticas sociales prevalece la idea de que se puede disponer del cuerpo femenino, incluso hay quienes piensan que si ellas son vejadas, lo deben tolerar.

El asunto es complejo y se debe actuar desde diversos ámbitos como el legal, por ejemplo, donde “hay muchos avances porque existen acuerdos internacionales para eliminar este tipo de conductas; además, en México tenemos la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia”.

En su opinión, las normas no cambian la realidad automáticamente; se precisa una transformación cultural para que ningún hombre crea que tiene derecho a disponer del cuerpo de otra persona y que ellas dejen de pensar que deben soportar cualquier forma de agresión.

Alcanzar este objetivo requiere de protocolos específicos de atención, a fin de identificar el tipo de atropello padecido, cómo denunciar y las acciones a tomar para sancionar al responsable.

“De hecho, en la UNAM se han emprendido campañas de difusión que han contribuido a que los universitarios tomen conciencia de la problemática. En la actualidad elaboramos un documento exhaustivo para atender estos casos, que pretende generar una cultura encaminada a romper el silencio y lograr que se castigue a quien delinca”, indicó Buquet Corleto.