Coatzacoalcos, Ver.- La XI Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos arribó a Coatzacoalcos logrando reunir a una de ellas con su hija Wendy, quienes no se veían desde hace siete años.

Tras recibir la bendición del padre responsable de la Pastoral de la Movilidad Humana de la Diócesis de Coatzacoalcos, Joel Ireta Munguía, Tomasa abrazó a su hija y dio gracias a dios por la alegría de volver a verla.

“Es una alegría porque he tenido varias navidades que no he pasado con ella, varios cumpleaños que la recordaba y yo soltaba mis lágrimas”, expresó.

Tomasa Gómez reconoció que dos personas le habían dicho que Wendy había sido privada de la vida en el estado de Sonora.

Sin embargo, le pidió a la virgen que la cuidara y le ayudara a reencontrarse con ella después de verla por última vez en el 2007 en Tegucigalpa, Honduras y fue luego de tres caravanas que finalmente su plegaria fue escuchada.

“Yo le dije que no se fuera, que luchara en Honduras por conseguir un trabajo”, manifestó.

La feliz madre pidió a sus compañeras que no dejen de buscar a sus hijos y, al mismo tiempo, afirmó que seguirá apoyándolas debido a la ayuda que le proporcionaron durante los últimos años, principalmente Martha Sánchez Soler y Rubén Figueroa.

“A veces uno se cansa de andar caminando, pero con la ayuda de Dios uno aguanta y tiene esperanza de encontrar a su hijo vivo, hoy yo me siento contenta de encontrar a mi hija y yo les digo a ellas que de aquí para allá ellas pueden”, agregó.

En la caravana viajan alrededor de 40 madres de origen centroamericano, quienes buscan a sus hijos por los estados que forman parte de la ruta migratoria en la República Mexicana.

Avc