México. D.F. Una vez más la aplanadora priísta, aceitada con el voto del PVEM, funcionó a la perfección en la Cámara baja y esta vez lo hizo para proteger al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, evitando así que la PGR se apresurara a castigar a funcionarios del gobierno veracruzano por el presunto desvío de recursos públicos federales.

Como estaba previsto, el diputado del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares, denunció desde la máxima tribuna legislativa del país la impunidad en que, dijo, continúan diversos funcionarios del gobierno de Javier Duarte, pese a las denuncias que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el supuesto desvío de más de 10 mil 500 millones de pesos del erario público federal.

Aludió a las escasas facultades con que cuenta la Auditoría para fincar responsabilidades administrativas y penales a servidores públicos que hacen mal uso de los recursos públicos. También se refirió a la indolencia con que, dijo, actúa la PGR como institución y la acusó de mantener “un afán de encubrimiento” a favor de quienes mal utilizan los recursos públicos federales.

Yunes Linares recalcó que sobre funcionarios del gobierno del estado de Veracruz pesan 16 denuncias penales interpuestas por la ASF por el desvío de casi 10 mil 600 millones de pesos de fondo destinados fundamentalmente a la salud y a la educación. “Esto se ha recrudecido en los últimos tres años, entre 2011 y 2013 se desviaron 7 mil 600 millones destinados a educación y a salud”, dijo.

Añadió que a consecuencia de esa corrupción, en los hospitales de Veracruz hay niños que mueren por falta de medicamentos; no se les paga a los maestros de la Universidad Veracruzana; y no se realizan obras de infraestructura básicas.

En ese contexto, el legislador pidió al pleno de la Cámara exhortar a la PGR a que atienda todas las denuncias que se han presentado, no solo las que se refieren a funcionarios del gobierno de Javier Duarte, sino las denuncias en contra de todos los malos servidores públicos que hayan actuado de manera indebida y desviado recursos públicos.

Todo ello mientras los diputados veracruzanos del PRI observaban y escuchaban tranquilos, sabedores de que vendría la votación que determinaría si este asunto se discutía en el acto como un tema de urgente y obvia resolución.

Con la tranquilidad que da saber que se cuenta con una aplanadora capaz de pasar por encima de todo, se mantuvieron tranquilos en todo momento.

Llegó la votación a levanta mano y, como lo tenían calculado, la aplastante mayoría que conforman el PRI y PVEM mandó a la congeladora la propuesta del diputado panista. Y los legisladores veracruzanos del PRI sonrieron satisfechos.

Aunque tenían un plan “B” por aquello de las dudas. El legislador y también dirigente estatal del PRI en Veracruz, Alberto Silva Ramos, ya tenía lista una gigantesca amplificación de una nota del Periódico Reforma que da cuenta sobre las denuncias que pesan sobre el diputado Miguel Ángel Yunes Linares.

No fue necesario exhibir esa nota periodística, por lo que el diputado Silva Ramos -evidentemente satisfecho-, la colocó bajo su brazo izquierdo y se dirigió hasta la curul del líder parlamentario del PRI en la Cámara baja, César Camacho Quiroz, a quien agradeció el apoyo que los legisladores priístas dieron para proteger al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.

Por su parte, el diputado Miguel Ángel Yunes Linares tuvo que tragarse su enojo, mientras escuchaba que la Mesa Directiva de la Cámara baja enviaba su propuesta a la Comisión de Transparencia y Anticorrupción. En donde seguramente dormirá el sueño de los justos.