- Sociedad
Sorprende SCJN al aprobar uso lúdico de marihuana
Xalapa, Ver.- El cuarto de Rosaura huele a humedad y a marihuana. El espacio es pequeño, sus paredes son color amarillo; un televisor viejo desconectado que reposa en el piso y una mesa de madera con dos sillas, son el escenario donde el humo de esa hoja seca se expande para ser respirada.
Ella es un poco tímida, a pausas responde la entrevista en donde cuenta estar sorprendida de que este miércoles la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) haya aprobado el uso lúdico de la cannabis, "puede ser una trampa. Yo no confío", dice mientras sus labios rozan la colilla del "cigarrillo" para inhalar el humo.
Rosaura es de piel "apiñonada" cabello recogido y trae puesta una playera rosada con el rostro impreso de una mujer indígena chiapaneca tapada con una pañoleta en el cual se leen las siglas del EZLN.
Le acompaña una frase que dice: Las mujeres con la dignidad rebelde.
Considera que el hecho de que a cuatro personas se les haya concedido el amparo, es un precedente que da muchas posibilidades de que en algunos años pueda legalizarse el consumo de esta planta.
Fue en 2014 cuando a través de la SCJN se atrajeron los amparos de revisión promovidos por Josefina Ricaño, Armando Santacruz, Juan Francisco Torres Landa y José Pablo Girault Ruiz, de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (Smart).
Con la finalidad de tener libertad para sembrar, transportar y fumar mariguana para su uso recreativo y lúdico, sin embargo, la petición fue rechazada y promovió ante un juez de distrito que tampoco prosperó. Luego, solicitaron una revisión de amparo, que finalmente lograron que fuera discutida hoy por la Corte.
Para Rosaura, la mujer de 28 años de edad también intenta tener un poco de confianza de que estos sean los caminos para que se pueda consumir de manera libre y con ello reduzca la violencia que azota cada rincón del país mexicano.
Ella lleva seis años consumiendo la mariguana, es originaria de la ciudad de Xalapa y vive sola en la colonia Miguel Alemán, renta un cuarto del cual está a punto de abandonar e irse a vivir con sus amigos.
Recuerda que en 2009 cuando probó por primera vez esta droga, fue por haber asistido a una reunión con sus amistades. “Ellos estaban fumando y entonces me llamó la atención pero nunca escuché a alguien contar una experiencia, fue una decisión propia”.
Fuma una vez al mes, pero dice no saber qué tan complicado es conseguir la hoja ya que a ella se la obsequia una de sus amigas “y entonces no sé cómo le haga ella”, relata en ese cuarto frío y casi vacío.
Es un tanto oscuro, no hay mucho que ver. Para llegar a la casa hay que atravesar un pasillo largo y grisáceo por el revoque que tiene impregnadas las manchas de humedad y limo.
A un costado de la vivienda, los perros ladran, ella es precavida y asoma a la ventana, baja el cigarrillo y exhala el humo que se mueve al compás del viento y que antes de dispersarse toma diversas formas.
La mujer con la playera chiapaneca, dice no agradarle el cigarro de tabaco “el sabor del tabaco puede ser más agradable, pero el efecto de la mariguana es más agradable”, explica y con sus dedos acomoda las hojas trituradas que están sobre la mesa.
Las principales razones por las que decide fumar “te transportas a tu propio yo, a tu propia esencia y puedes autoconocerte de una mejor manera que estando consciente”, pues siente a su cuerpo liberado de toda pesadez.
Relata que en algunas ocasiones siente un ritmo acelerado a su corazón, aunque generalmente para ella es mejor, “pero en ocasiones puede ser una experiencia negativa que te vas a morir y que algo anda mal”.
Con la marihuana se piensa mucho y por eso se dice que quema las neuronas –explica y ríe- asegurando que hace concentrar al artista “y se hace mucho mejor, se tiene más capacidad para crear”.
Después de varios minutos de fumar el cuarto pequeño se ha pintado grisáceo y entonces es momento de partir porque dice que el efecto también es poderoso hacia quien sólo lo respira y para ese momento los ojos arden.
Avc