Xalapa, Ver. Integrantes del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana coincidieron que en un futuro inmediato, teniendo como referencia el proceso electoral del 2018, México entrará en una etapa de mayor conflictividad social.

Víctor Andrade Guevara y Leopoldo Alafita destacaron también que el movimiento estudiantil de 1968 marcó un antes y un después de la lucha social, “México desde entonces no ha dejado de gritar”.

Leopoldo Alafita consideró que en aquellos años el control de las masas estaba reducido a un grupo político, el Revolucionario Institucional, pero a la fecha las televisoras más grandes del país tomaron ese papel, que está a punto de diluirse.

Sin embargo señaló que aunque ha habido nuevos movimientos sociales, los ciudadanos no terminan de involucrarse, por lo que la transformación dependerá de la dirección que se le dé al país vía la educación.

“Hay sectores en este mundo de complejo desarrollo que son desheredados, marginados, y que son presa fácil de los operadores políticos que los compran con un plato de lentejas; la función es el desarrollo de la educación”, acotó.

El investigador dijo que “han perdido eficacia los controladores, los intermediarios, los políticos son despreciados. Entonces lo que necesitamos es que esa gente que se ha separado de la política oficialista busque nuevos medios”.

En ese sentido, destacó el papel que juegan los medios de comunicación alternativos para que “algunas voces críticas sean escuchadas”.

Agregó que la sociedad no puede esperar ser pisoteada siempre, pese al “profundísimo desprecio del personaje que tenemos como mandatario nacional”.