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Periodistas, "el eslabón más débil por donde se rompe todo"

De entre todas las manifestaciones de violencia que actualmente se viven en el estado de Veracruz, el periodista resulta el más vulnerable,

Xalapa, Ver. De entre todas las manifestaciones de violencia que actualmente se viven en el estado de Veracruz, el periodista "de la cadena siempre es el eslabón más débil, por donde se rompe todo", afirmó el comunicador Ignacio Carvajal García.

Al presentarse este día como parte de los "Diálogos interdisciplinarios por la Paz", organizados por la Universidad Veracruzana junto a los corresponsales de la Revista Proceso, Noé Zavaleta, y La Jornada, Norma Trujillo; Carvajal García destacó que la prensa se enfrenta además de la violencia del crimen organizado y el propio aparato gubernamental, al que ejercen las empresas.

"Formamos parte de esta generación sacudida por la violencia", lamentó el reportero veracruzano.

Por su parte, el corresponsal de la Revista Proceso, Noé Zavaleta destacó el cambio radical en la agenda pública del periodista, debido a que a partir del 2008 los temas netamente políticos, ambientales y sociales dieron un giro para dar paso a las coberturas de crimen organizado y sus consecuencias.

El comunicador dijo que “éramos un sector que hacía nuestro trabajo y no teníamos que ser parte de los llamados hechos aislados; empezamos a ver la violencia, todos los días carrozas rumbo a los panteones. No sabemos cuándo se torció el camino”.

Noé Zavaleta reprochó la existencia de al menos 10 cementerios clandestinos en toda la entidad, que además la autoridad se niega a reconocer y por ende “no les vemos el ánimo de querer cambiar las cosas”.

Norma Trujillo detalló a su vez que hace varios años las agresiones a periodistas se traducían en demandas penales de parte del gobierno estatal. Posteriormente se creó la figura de informadores políticos, que a la fecha existen en cada dependencia.

La comunicadora lamentó que hoy en día sean los propios periodistas los que den cuenta al aparato de poder “para llenar las fichas del gobierno del estado; ese es el grave riesgo que hoy corremos.

 Vivir la violencia como periodistas

La escalada de violencia no ha perdonado al gremio periodístico, que tan solo en Veracruz ha dejado a al menos 14 comunicadores asesinados. Varios de esos casos se encuentran en la impunidad.

En el encuentro con académicos y estudiantes, los reporteros recordaron el proceso de “acostumbrarse” a dar cobertura a los hechos delictivos pero a su vez dar paso a la autocensura, por miedo u obligación.

Carvajal García recordó que incluso integrantes del crimen organizado amenazaban a comunicadores al grado de “traerlos jodidos”.

Señaló que en el caso particular de un presunto jefe de plaza, el día que la Sedena lo exterminó “esos cuates celebran. Quien sabe que hubiera pasado si siguiera allí”.

Pese a todo el panorama, señaló que los dueños de los medios de comunicación dejan solos a los reporteros, que muchas veces terminan incluso señalados.

El corresponsal de Proceso, Noé Zavaleta, dijo que la misma condición en la que trabajan los periodistas en Veracruz los ha obligado a buscar plataformas alternas para publicar sus trabajos.

“Es un escaparate para los reporteros de a pie, los que buscan sus notas en las colonias o corretean al diputado que trae el dato exclusivo”, dijo.

Y agregó que “yo no he conocido a un dueño de un medio de información que te respalde”.

Sin embargo, inversiones extranjeras derivadas de las reformas estructurales también ponen en riesgo a los periodistas y a la sociedad misma, argumentó la corresponsal de La Jornada.

Norma Trujillo aseguró que ese es un problema complejo que no debe dejarse pasar: “están las perforaciones de pozos petroleros en el norte del estado y están las mineras. En Actopan ha habido desapariciones y muerte de las personas que se han negado a vender sus terrenos. Se viene otro problema”, afirmó.

 Falta trabajo de ONG´s

Los representantes de los medios de comunicación coincidieron que si bien la presión vía organizaciones no gubernamentales ha servido para poner en la mira a Veracruz con respecto a las condiciones en las que se trabaja, aún falta mucho por hacer.

“Sí han elevado el costo político. Sin esta tutela las cosas estarían peor”.

Finalmente destacaron que también es necesario que la sociedad veracruzana se comprometa no solo en la defensa de los periodistas, sino como un modo de ir cambiando la sociedad actual.