Xalapa, Ver.- En el Instituto Nacional Electoral (INE) aunque existe el protocolo para sancionar el acoso y hostigamiento laboral contra mujeres, no es suficiente, ya que en la mayoría de los casos denunciados únicamente se realizan medidas de apremio o en todo caso se cambian a los funcionarios que caen en estos actos.

Al respecto, la investigadora María del Carmen Chiu Pablo, precisó durante su ponencia "Hostigamiento y acoso sexual en el INE", que pocas mujeres denuncian acoso por parte de compañeros u hostigamiento por parte de sus jefes ya que se tiene documentado que sólo cuatro de cada diez casos se denuncia.

"El INE ya tiene un protocolo para atender los casos de acoso y hostigamiento falta la voluntad política y económica de los responsables para implementarlo y que se haga efectivo y sea sancionado".

Criticó el hecho de que en el papel se tengan los mecanismos para sancionar incluso las miradas lascivas al interior del INE pero no haya la voluntad política para llevar a la práctica esta reglamentación pues incluso la denuncia está supeditada a que el funcionario acusado no sea amigo o "compadre" de quien toma decisiones pues de ser así no hay responsabilidad que enfrente.

Esa situación, explicó, es lo que frena que se denuncien los casos de acoso y hostigamiento que se dan al interior del INE, además del hecho de que una vez que se valida la denuncia las autoridades sólo cambian de adscripción al funcionario, lo que significa "mandar el problema a otro lugar".

Puso como ejemplo el caso de un funcionario electoral de Orizaba que tiene en su haber 11 denuncias por acoso laboral y la decisión del Consejo General del INE fue únicamente trasladarlo de Orizaba a Coatzacoalcos.

Explicó que el intercambio sexual de las mujeres para mantener el trabajo, que es parte de los acuerdos no escritos y que son aceptados por las mujeres y los tomadores de decisiones para la contratación o permanencia de trabajo.

"Por ello se explota la juventud, el erotismo, vestir provocativamente, despertar el deseo, tener hijos con el jefe para asegurar el empleo, son prácticas comunes en el INE".

Chiu Pablo consideró que es necesario que se replantee lo que significa ser hombre y mujer en todos los espacios pues se sigue reproduciendo la subordinación de un género ante el otro no tan sólo en el ámbito del hogar sino laboral, ya que puso como ejemplo que se espera de las mujeres actividades tan simples como servir el café sólo por ser el hecho de ser mujer.

Avc