Orizaba, Ver.- En medio de la polémica desatada, y pese a la manifestación de militantes del Partido del Trabajo y otras organizaciones de la región, el alcalde Juan Manuel Diez Francos develó la estatua de José de la Cruz Porfirio Díaz Mori en la Plaza Bicentenario.

Síndico, regidores, bisnietos de Díaz, invitados de los sectores productivo, educativo, empresarial; el ex alcalde Francisco Ávila a quien Miguel Alemán, le impidió poner una estatua; y el columnista Armando Fuentes “Catón”, estuvieron entre los invitados al acto.

Mientras se realizaban los honores a la bandera, se coreaba el himno nacional, y escuchaba el mensaje del Alcalde, a lo lejos, se podían escuchar los gritos de los inconformes: “¡Asesino!”, “¡Dictador!”, “¡Traidor!”. Incluso uno joven, de forma sorpresiva, le arrebató el micrófono a los maestros de ceremonias, y alcanzó a gritar: “¡Asesino, asesino!”.

A la joven, como se pudo, le fue quitado el micrófono y le pidieron orden. Ella con la mano en alto haciendo la señal de la victoria, salió del sitio y se sumó al grupo inconforme que continuaba gritando y enseñando sus pancartas, desde el barandal del puente que colinda con la Plaza, pues no les fuer permitido entrar al sitio.

Pese a todo, la ceremonia continuó. Frente a la estatua de Díaz, en la plazoleta central, se instalaron vallas metálicas para definir los espacios desde los que invitados presenciaron este acto, realizado en el marco de las fiestas patrias.

Incluso se aprovechó para entregar banderas a los jefes de manzana de la ciudad, para que las coloquen en sus casas. Y se hizo un rápido desfile de las diferentes banderas que ha tenido México.

Luego de todo esto, el alcalde Diez Francos, se acercó a la estatua y retiró la tela que cubría la estatua de bronce de Don Porfirio, con su uniforme militar y sus condecoraciones. Recibió el aplauso de los presentes, mientras en el fondo se oía a los inconformes.

“Quiero agradecer a todos su presencia, sí a todos”, se escuchó decir en su mensaje al Alcalde, “pero en especial a los descendientes del general Díaz”.

Dijo que el monumento se hizo en reconocimiento al patriota, a quien siempre peleó por la soberanía nacional, y al presidente de la República que pudo gobernar un país en tiempos difícil, a aquel que logró orden y progreso, justo lo que los mexicanos siempre han querido y anhelado.

“Durante su mandato la historia verdadera nos marca muchos claro-oscuros pero al final, Don Porfirio nos entregó un país mucho mejor que el que recibió. También tenemos que reconocer que Orizaba, nuestra patria chica, fue especialmente privilegiada por el progreso en la época porfirista, recordemos que era la manchester veracruzana por los empleos creados en esta región adonde acudían de otros estados para trabajar.

“Mi padre decía que la ingratitud es la amnesia del corazón, y en Orizaba, no somos mal agradecidos, aquí si soñamos algo, lo realizamos. Don Porfirio vivió 85 años, de los cuales 61 se los dedico al servicio de su patria, este año se cumplen 100 sin que el general sienta el calor de su tierra, con aciertos y errores no me parece comprensible que un hombre no pueda descansar en paz en el país que defendió y al que le dio una verdadera soberanía nacional”.

Vinieron luego las fotografías de los bisnietos de Díaz presentes: Mónica, Eduardo, María Eugenia e Ignacio Díaz. La Orquesta Clásica de Orizaba continuó interpretando sus valses, ambientando y acallando los reclamos que aún seguían a lo lejos del grupo inconforme que entonces se trasladó a la entrada principal de la Plaza Bicentenario. Ahí, Plinio Soto, comisionado del PT en el distrito, aseguró que había policías municipales vestidos de civil haciendo acciones policiacas, lo que denunciarán en Xalapa, “vivimos en este municipio un neoporfirismo violento y represivo”, dijo. Después se retiraron del lugar. 

Avc