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Monitorean marea roja en Acuario de Veracruz

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Investigadores colectan muestras de agua en ocho puntos estratégicos que van desde Punta Gorda hasta la zona conocida como Isla Verde

Veracruz, Ver.- (Agencia Informativa Conacyt).- Desde el año 2005, el Acuario de Veracruz inició el proyecto de monitoreo de marea roja con la finalidad de conocer y estudiar los factores biológicos y ambientales que generan este fenómeno, así como el impacto que ocasiona en el ecosistema marino y la población.

En los últimos meses de 2004, después de que aguas marinas se tiñeran de un rojo intenso debido a la presencia de un dinoflagelado conocido como Karenia brevis —que ocasionó la muerte de múltiples especies como el tiburón—, personal del acuario se embarcó en una investigación que hasta el día de hoy lleva más de 10 años en actividad.

Al desconocer el origen del deceso de los organismos que habitaban en el corral que tiene el acuario en la Isla de los Sacrificios, ubicada cerca de las costas veracruzanas, la bióloga Guadalupe Campos Bautista, egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco (UAM), emprendió el proyecto de monitoreo que actualmente dirige, e invitó a investigadores del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) a iniciar una serie de cursos para estudiar más a fondo el fenómeno natural que invadía el Golfo de México.

La marea roja es provocada por el alto índice de población de microalgas que pueden resultar tóxicas o no tóxicas, las cuales poseen pigmentos que en el agua se pueden tornar rojizos o cafés. Según observaciones realizadas por Campos Bautista, "es en la época de verano y lluvias cuando hay mayor florecimiento, debido a que existe una fuerte carga de nutrientes como sulfatos y nitratos provenientes de ríos y lagos que desembocan en mar abierto", lo que supone son uno de los principales detonadores.

El acuario de Veracruz, en conjunto con la Secretaría de Salud del estado, inició un intenso monitoreo en las playas del litoral del Golfo de México, esto con el propósito de estar informados acerca de las causas, riesgos y medidas de seguridad que se debían tomar ante la presencia de dicho fenómeno, al fin de prevenir una catástrofe en el ecosistema marino como en la población.

De acuerdo con la investigadora, "debido a que el puerto de Veracruz es uno de los principales consumidores y exportadores de ostión, la presencia de algas y microorganismos tóxicos en aguas del Golfo supone un peligro para la población, ya que al consumir alguno de estos alimentos contaminados puede ocasionar severos daños a la salud, incluso la muerte, sin mencionar el impacto económico y ecológico que desataría".

Semanalmente, investigadores del acuario colectan muestras de agua en ocho puntos estratégicos que van desde Punta Gorda hasta la zona conocida como Isla Verde, las cuales son estudiadas en el laboratorio de microbiología que se encuentra dentro de sus instalaciones, esto con el fin de determinar la presencia de los dinoflagelados que detonan el fenómeno de la marea roja, y así poder tomar las medidas de prevención necesarias.

Campos Bautista explicó que las muestras tomadas son duplicadas para posteriormente compartir esos datos físico-químicos con la Secretaría de Salud, con el propósito de completar la base de datos de monitoreo que la secretaría realiza a nivel estatal; estos son enviados a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la cual define si la presencia de dinoflagelados y microalgas puede determinar algún riesgo tóxico para especies acuáticas, actividades de pesca y turismo.

Las autoridades del acuario cuentan con tres estaciones de monitoreo que detectan los florecimientos nocivos de microalgas que pudieran detonar la marea roja. Estas se encuentran ubicadas en costas veracruzanas y funcionan mediante sensores que localizan la presencia de toxinas, además de informar sobre las condiciones meteorológicas de aguas territoriales.

Hasta el momento no se ha vuelto a presentar un nuevo evento de marea roja que represente una amenaza para organismos marinos, como el que se vio en el año 2004; sin embargo, las autoridades del acuario mantienen el proyecto de monitoreo de marea roja a futuro, por lo que seguirán financiándolo en los próximos años puesto que representa una serie de beneficios tanto a la comunidad científica como a la acuicultura y las especies marinas que viven en el parque arrecifal veracruzano.