• Sociedad

Reggaeton entró a México por Veracruz, en especial por Capezzio

  • Juan Eduardo Flores Mateos
A Capezzio viene de todo, hasta políticos.

Aunque el puerto de Veracruz es un lugar que se concibe desde la fiesta, pocos son los centros nocturnos que perduran más allá de un par de años, ya que es una ciudad donde las cosas nacen y mueren bastante rápido.

Capezzio Disco es una de esas excepciones, cumplió este fin pasado 35 años, es decir, lo de seis sexenios presidenciales. La gente que ha asistido aquí para divertirse ha pasado por devaluaciones, masacres políticas, desastres naturales.

En entrevista a su ideólogo principal, Juan Santiago Carvajal, no sólo él hace un repaso sobre las etapas del antro que dirige sino también revela cómo nacieron algunas de las costumbres de esta ciudad como la de escuchar salsa, reggaetón o tomar cerveza.

Pues aunque Capezzio surgió como una necesidad de albergar a eso que el clasismo mexicano llama la chusma o la gente corriente, paradójicamente, se ha convertido en el único centro nocturno de Veracruz donde la lucha de clases desaparece, es decir, donde todo mundo tiene cabida para divertirse.

Llevas 35 años al frente de este proyecto que antes se llamó Nancy’s, ¿cómo fue el proceso de transición? ¿Cuándo se convierte en Capezzio’s?

Nancy’s surgió como un salón de baile en el que se hacían tardeadas con buen sonido, al principio sí jalaba, pero poco a poco la gente ya no iba y por eso se fueron corriendo los horarios, ya no gustaban las tardeadas de 4 a 8, se fueron de 5 a 10 y luego de 6 a 12. A mi esposa Nancy, que por eso se llamaba así, y a mi nos gusta viajar mucho, y en Nueva York, había una disco llamada Capezio, tenía el mismo concepto de diversión, tenía muchas similitudes, música latina, el concepto de bailarines muy apegado a la época, música discotheque, para eso yo soy bailarín profesional y siempre usé la marca de baile Capezio; se me ocurrió ponerle la doble zeta, la O y el apóstrofe, aunque al principio fue Capizius, al final se adaptó al concepto de discotheque, luego se climatizó y así se quedó.

El show que haces a media noche lo haces desde que nació, ¿o ya fue después?

Sí, desde antes, pero no lo hacía yo, yo tenía un tremendo terror al micrófono, las discotheques en ese entonces estilaban tener ballets profesionales, nosotros éramos Young People, y dentro de él estaba Chícharos, el que ahora corta el cabello, él lo hacía y hacía concursos sencillitos. Una vez él faltó y me tocó tomarlo. Llegué y la burleta absoluta porque llegué «qué tal jóvenes muy buenas tardes» y me chiflaron, fue terrible, salí encabronado, me di un agarrón con mi esposa, y luego regresé a la pista y dije: a ver, me van hacer caso ¿o qué pedo?, y ¡voltearon!; comencé a utilizar palabras que en la conducción nadie utilizaba como «qué pedo», «hijos de…»,«pélenme»,  pues en aquel entonces todo era más controlado en cuanto a palabras.

A partir de que tomas el control, comienzas a planear tu propio show ¿Cómo fue el proceso?

Yo soy biólogo acuático titulado, pero me dio por el micrófono, lo de la conducción lo aprendí en teatros gracias al profesor Ernesto Reyes, en antros, en estadios, playa, y todo ese rollo. Empezamos con los concursos donde ganabas una botella, luego la gente quería algo más y comenzamos a corear. Tuvieron que pasar diez años cuando inventé yo El Jarochazo, el ¡jarochos a huevo!, entonces ya era concurso, coreábamos y echábamos desmadre, se iba formando un concepto en base  a las necesidades de la banda.

Hablamos que Capezzio tiene etapas, ¿podrías definirlas?

Claro. Primero como tardeada, después la salsa en vivo que se tocaba con cerveza. ¿cuándo ibas a escuchar salsa en vivo en una discotheque? ¿cuándo íbas a ver cerveza en una? Eso era «huácala, qué asco, qué corriente, qué naco». Mi esposa y yo salíamos a bailar, nos gusta mucho, entonces dije, «Nancy, ¿por qué no metemos un grupo?» y me dijo «No, cómo crees» y se nos hizo, lo metimos. Entonces dijimos que debíamos cambiar no sólo lo auditivo sino también el paladar, compramos un cartón de cerveza que se acabó una mesa en una noche, a partir de entonces el consumo es increíble. Seguimos con música latina dos años, no resultó, dio el bajón hasta 1990, que metimos reguetón y se desprendió el concepto Capezzio.

¿Cuánto tiempo te preparas? ¿cuántos participan en el show?

Tenemos los viernes una junta creativa, para ver qué vamos a trabajar. Tenemos muchos conceptos dentro del show, no sólo es desmadre. Quien ha visto el show se da cuenta que tenemos apoyo a los que bailan, al talento jarocho, a la vieja escuela. Tenemos concursos pesados, tenemos un sketch. Mi staff somos 5 en total. Byron de Ya.fm, Piñata, un actor, que incluso trabajó en la película de Mel Gibson, La Wicha Kika le decimos de cariño porque siempre se viste de vieja, un enanito, Edgar que le decimos el Güagüis, porque te pega uno a la altura donde te da, Atila porque está obsesionado con su cuerpo para verse mamer, Tu servidor en la dirección artística y en la dirección musical Juanito Scadman.

¿Cuántos acompañantes has tenido además del Tupper y Avaricia?

He tenido al Negrito Abel, después vino Paloma que ahora está Big Brother, pidiendo likes para entrar. Juan Santana, El Tupper, Avaricia, Atila y ahora Piñata, mi gran amigo. Los elijo por perseverancia, hay quien te dice «no, yo quiero apoyarte grururu» y yo les digo «mira papi, esto no es sólo show, tomar y entrar gratis, nadamás, esto es perseverancia, actitud, porque la aptitud ya lo tomas en la pista». Hay un libro que te voy a recomendar de Karen Oculitz: tu actitud, no tu aptitud te llevará a la altitud. Así chamacos, les enseño vocabulario, trabajar la mandíbula inferior, les digo, maquíllate así, porque hacemos un sketch cada fin de semana, el que está conmigo, el que me hace el paro, lo sabe, es a esos a los que les doy mi confianza cuando salgo fuera.

Veracruz es un lugar donde todo muere rápido. A pesar de que se concibe desde la fiesta, pocos bares o antros duran más de una, dos temporadas. ¿cuál crees que ha sido tu secreto?

Uno: Es imposible invertir tantos millones en abrir una discotheque y no personalizarlo. Decir éste va ser mi negocio, buen clima, sonido, un súper servicio pero no conceptualizarlo. Se pueden salvar con un magnífico DJ que se conecte con el público, que toque la música que le guste la público y no a él, y dos, personalizarlo. He visto antros bellísimos que sólo duran 5 meses, 2 meses, porque no tienen alma. Y Capezzio tiene mucha alma sobre todo por el concepto del show. ¿Qué necesita uno para que perdure? Actualmente les hace falta un director artístico, lo que los empresarios confunden con RP o animador. Yo puedo tener a un güey diciendo pendejadas pero si al público no cae, no. Hay que informarle al público lo que le vas en toda la noche.

Hablas de una esencia, Capezzio tiene su propio lenguaje. Bombastic, Caguacooler, Mole de Verga, Iluminados. ¿cómo surgieron estas ideas?

Todas son mías. Bombastic viene de la canción Chica Bombastic, (de Shaggy). Habían tres chicas como Betty Baby que junto con Pitufo formaban los Mexican Boys, luego se dividieron porque se pusieron a bailar reggaeton y fueron la locura. El Mole de Verga, que en las radios yo la llamo Mole de todos los aromas, es por la cazuela con todas las bebidas locas y que regalo al público, incluso muchos la copiaron. El Caguacooler fue un accidente alcohólico. Llega un güey y pide una caguama y llega otro pide una Caribe Cooler de Durazno, y dice el güey «ésta caguama está al tiempo» entonces toma una hielera y la vacía. Y llega otro pedo y le dice «ponle sabor» y le echaron la Caribe a la hielera donde estaba la caguama. Y se enojaron, pero otro dijo «A ver, sino la quieres me la tomó yo» y lo probó «¡sabe rico güey!» ¡La Caribe le había matado todo el sabor a la cerveza y además apendeja riquísimo! y un año después así le pusimos. ¿Qué otro quieres?

¿Los Iluminados?

Los Iluminados por la parafernalia que todo mundo quería cantar. Puerto Rico pegó en Salsa, y Veracruz lo imitó, surgieron pinchesmil grupos de salsa en Veracruz que los imitaban hasta en la folma de hablal. El que pega uno, pega dos, surge el concepto de reguetón. El reggaeton entró a México por Veracruz, y en especial por Capezzió. En ese entonces «fuchi, guácala, quién toca esa porquería de ritmo». Entra y pega el concepto y todos los chamacos creyéndose Héctor y Tito, Daddy Yankee empiezan a imitar hasta la pronunciación. La ele, Puelto Lico y todo y se genera una cascada de cantantes, con unas composiciones nefastas, otras muy buenas, de ahí surgió Kristal, Lírica Urbana, Dinastía, Kentow y tantos más. Todos de Capezzio. Seguían creciendo y desde hace 6 años creé el concurso. Tan sólo en un mes me iban a concursar diez cada noche, por dos fines de semana, eran 80 por mes, luego tenía hasta 300. No hay un primer lugar hay diez primeros lugares y los que queden aquí son Iluminados de Dios. Y se quedó así: Los Iluminados, donde han pasado por lo menos cerca de 500 cantantes.

También hay concursos para mujeres que bailan.

¡Ah, claro! El Gordatón, apá. Es la locura, yo le doy el valor absoluto a la mujer, sea como sea. Las chaparriculobajicachetoncitas. Flaca, delgada, gorda, chaparra, como estén,  y a nadie se le ocurrió hacer un concurso de baile para peso pesado, se me ocurrió hacer uno para las gordibuenas y fue la locura.

Tienes otros como el que tipo que pasa a recibir cachetadas por una cerveza.

Se llama Jaja, no me dolió. Te sientas y juegas, piedra papel o tijera. Si tú perdiste, ¡pum! recibes cachetada. En un principio era uno y uno, pero ahora es así. Y gracias a Dios, en los años que los he hecho, nunca se ha generado una bronca.

¿Nunca has recibido una amenaza, tenido un problema?

Jamás de mi vida de los jamases. Y eso que teníamos uno en fiestas patrias sobre gente que hacía su mejor posición sexual arriba de un burro. Incluso tengo uno que se llama Futbolata: El último que se toma la cerveza lo pelo a coco. O a la miguel Hidalgo junior, cualquier corte que hagas y la gente se va feliz.

De todos los empleados de Capezzio, ¿hay alguno que esté desde que sus orígenes?

Creo que soy el empleado más viejo. Es generacional, primero Doña Lidia la mamá de mi esposa, luego mi esposa y ahora sus hijos. Y el único dueño que reconozco ha trabajado fuerte es Ricardo Cuevas, el hijo de Nancy. Hay uno que ha sido barman, mesero, hielero, y le decimos Barsimio, güey, pero para que no se enoje le decimos Bar porque además suena culero llamarlo así.

Aunque en el show es para todos, hay una crítica fuerte para el que no se divierten, para los pedantes, los fresas. Pero se dice que hay un día para ellos, los domingos. ¿Por qué crees que aún así vengan?

Es un fenómeno socioeconómico, Capezzio. Han venido sociólogos, psicólogos. Ha venido gente de Dinamarca, de EU, Puebla, México, de Xalapa a estudiar por qué Capezzio es un fenómeno muy raro. Estaba la psicóloga y me dijo «No lo entiendo, tienes un tipo de gente en sábado y otro en domingo». Te puedo contar un sinfín de anécdotas, pero la gente quiere un lugar donde se pueda soltar del chongo, un lugar donde se sientan a gusto. Lo que pasa es que en los domingos se llenaban más por las tardeadas y comenzó a llegar un grupito de chavos, que son buena onda, y se llevaban con toda la fresada pero también son banda.  Era increíble ver tatuados, zona gay, zona mayate, zona rica, zona malandra, zona reggaetoneros y hasta zona slam, no meterse, cuando se hacían en la pista con reggae. Y todos se respetaban. El domingo empezó a llegar gente así a las que le decían, «¡no vayas ahí, te van a matar!». Yo luego en el show les decía «sí, no, no vengan, aquí te vamos a violar entre todos, y tenemos un cementerio allá atrás donde hacemos fosas comunes donde te vamos a enterrar, ¡Muajaja!» Pero no es cierto, sólo es una bodega, ¡vengan! Y así se formó el sábado de banda, domingo de fresas. Si orita vas el domingo está repleto de gente nice, de gente que no te puedo decir cómo se llaman pero presidentes municipales, artistas, regidores, políticos, de todo. A veces tenía a Cosculluella, Baby Rasta y Gringo, Casasola el de Guerra de Chistes viendo el show, los de Genitalica, uno de ellos hasta me dijo «oigan, vengo porque acá se ve que puedo conectar un material orgánico chido» con su caguama en mano.

El antro ha sido un éxito porque suena reggaeton, pero mucha gente lo sataniza. Hay quien incluso lo culpa, como al fútbol, de que refrenda la ignorancia de la gente. ¿Tú qué piensas de eso?

Las personas que satanizan el reggaeton están muy clavados en un solo género, hasta el propio chilango dice eso «huácala, reguetón». Lo han estandarizado y satanizado el reggaetón en México como que lo escucha gente que hace broncas y eso. Aquí en Veracruz no, es diferente, es una plaza que se tiene tropicalizar a fuerza, antro que no toca reggaetón, antro que se va abajo. Te puedo decir muchos, Barezzito, PH, aunque hay lugares que no lo tocan pero ya bien pedos se sueltan el chongo. Es como con los Beatles. Si te sabes la historia de los Beatles, con su primer disco, su primera producción, se dijo esta música jamás se va aceptar aquí y pegó. Yo dejo que las cosas y los comentarios fluyan. Lo satanizan porque hay canciones que son una porquería, que sólo tienen una frase, que yo te lo puedo decir, pero hay otras que ¡wow¡ Hay otras que tienen mensajes bárbaros. Lo han satanizado porque dicen «es para personas corrientes», pero yo lo veo en Miami, en la entrega de los Grammys, gente como Julio Iglesias, Shakira, que han cantado con reggaetoneros; ahora se cuelgan de J Balvin, Pitbull. Así mismo con la banda, música grupera, narcocorridos, con la cumbia y ahorita tienen a los Ángeles Azules, cantando con una sinfónica, vistiendo de frac, y cantando una canción que a mí me cae en la punta del nabo, la de 17 años. ¡no manches, con sinfónica! No hay géneros puros, no puedes satanizarlo.

En los shows haces apología a la pobreza, resaltas a la gente de los barrios de Veracruz, ¿por qué acordarte de la gente de la que nadie se quiere acordar?

Porque eso lo traigo de una escuela, desde que nació Nancy’s, ¿por qué nació Nancy’s? Debido a las necesidades, de que la clase media para abajo se divirtiera. Que esa gente que no dejaban entrar a las súper discotecas que no mencionaré porque no quiero herir susceptibilidades, por: discúlpame morenito, mezclilla, mal peinado, hueles mal, ¡no discúlpame no entras! Porque es el ser humano que también merece y que además mejor paga. Donde hay alcohol y mujeres hay desmadre, desde las esferas altas hasta las bajas, por eso que yo ensalzo mucho a la gente de clase media y baja que tiene mucho potencial.

Tras tantos años al frente de todo esto, ¿Piensas en el retiro?

Lo pienso cada lunes que amanezco con mi alma, mi cuerpo, mi mente, cansados. Y con mi estómago lleno del alcohol. No es cierto. ¿Sabes qué? Siempre lo piensas. Pero pasa el tiempo y te recuperas. Luego llega el fin de semana, y digo, «chin, ¿qué voy hacer?» Tengo 54 años, casi 55 en unos días. Una vez me encontré a Chela Lora y Alex Lora, una vez que iba con mi hija para Miami. Una belleza de ser humano. Ese bato le habla a la banda, derecho, chido. Le pregunté lo mismo. Y me dice: me voy a retirar el día que me muera, si la banda me llama ahí estaré. Si lo tienes enfrente, tú lo ves, está arrugadito y dices «¡wow!, quiero ser como él». Y no falta la gente, la competencia que está surgiendo dice: ya bájate, estás viejito. Esa misma gente que piensa que tomar el micrófono y decir cualquier cosa es conducción, irrelevante, no puedes entrar con esa mentalidad a trabajar. Yo hago lo que yo hago gracias a Ernesto Reyes, la maestra Esperanza Moncada, he tenido cursos de ballet clásico en Nueva York, Miami, con Natasha Barro, con Carmelita Pineda, don Gabriel Nuñez del grupo Experimental de Teatro Génesis, gracias a ellos puedo hacer lo que hago en el show y en la radio. No es sólo desmadre. Pero por ahora no pienso en ello: corro mucho, hago mucho ejercicio, me vitamino. Leo mucho porque lo que yo hago exige mucho desgaste físico.