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El libro sigue siendo un objeto imprescindible: Fabio Morábito
Xalapa, Ver.- “El libro sigue siendo un objeto imprescindible y sin importar el formato seguiremos leyendo a estos ‘extraños organismos’ que nos aíslan del bullicio” destacó el escritor Fabio Morábito en conversación con Mario Muñoz, en la XXVI Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Xalapa.
Fabio Morábito destacó que la historia de la lectura es fascinante, ya que al entrar en contacto con los libros los lectores se convierten en “seres extraños” y se pueden aislar de todo lo que les rodea para sumirse en una historia. “Una persona que lee no deja de ser un ser bastante anómalo y todos lo miran con cierta extrañeza”.
Durante la presentación de su obra El idioma materno (Sexto Piso, 2014) en la Biblioteca Histórica del Colegio Preparatorio de Xalapa, el escritor negó que los textos estén destinados a desaparecer, ya que “no existe razón alguna para que se deje de consumir esa reunión de páginas que crean un mundo propio”.
Incluso, agregó, existe “un cierto apogeo de la lectura y la escritura a través de la comunicación electrónica. Aunque mandar un mensaje escrito no equivale a escribir un poema, la tensión que se pone es, por ende, un ejercicio que se está volviendo colectivo.
Reconoció que pese a los índices bajos del hábito de leer en México, en comparación con otros países, existen cifras alentadoras de las casas editoriales sobre el éxito que está teniendo la literatura infantil, lo cual quiere decir que estos pequeños lectores tienen grandes posibilidades de ser lectores permanentes.
Con respecto a El idioma materno, el autor compartió que se trata de un libro surgido a invitación del periódico argentino El Clarín, para escribir una columna con un formato de dos mil caracteres con espacio, lo cual le obligó “a escribir en un tamaño reducido que nunca había experimentado”.
Estos textos, platicó, “se convirtieron en una obra que ahora recoge en 84 textos con temas muy diversos”, pero que todos ellos buscan resolver la duda de su vocación literaria, y, después de este ejercicio, le fue muy difícil volver a escribir textos de más de una cuartilla.
Fabio Morábito, acompañado por el escritor Rafael Antúnez, presentó posteriormente el volumen Cuentos populares mexicanos (FCE, 2014), una recopilación que él mismo reescribió a partir de los relatos de tradición oral más representativos del país.
Se trata de “un trabajo muy peculiar que realicé por primera vez, con algo de traducción en el sentido de respetar la historia y secuencia de los episodios, con un proceso de reestructura –en algunos casos muy importante– debido a la naturaleza del material”.
Son 125 cuentos “recogidos por estudiosos del folclor, antropólogos y etnólogos, quienes se acercan a las fuentes con afán de rescate y conservación, sin pretensiones estéticas ni literarias, a veces sin cuidar la redacción.
A uno como escritor, le toca componer mucho más de lo que parece, al tener que inventar situaciones y episodios para que estas historias adquieran la coherencia que, se supone, tuvieron en su momento”.
Son “dos sistemas distintos: cuentos que originalmente son orales, convertidos en un material de lectura ‘moderna’, para leerse en silencio, lo cual no es sencillo, pues todos los recursos y reglas válidas que hay en la oralidad dejan de funcionar en el lenguaje escrito”, dijo Rafael Antúnez sobre el texto.