En 2015 se registrará el mayor número de migrantes fallecidos durante su intento de llegar a Estados Unidos desde México, debido a las altas temperaturas y la necesidad de encontrar nuevas rutas, prevén estudios de Fronteras Compasivas y la Coalición de Derechos Humanos en Tucson, Arizona.

La Oficina del Centro de Ciencias Médico Forenses del Condado de Pima, en Arizona, ha recibido entre 2001 y 2014 2 mil 330 restos de nacionales y extranjeros que murieron al tratar de cruzar el desierto en el sur de Arizona sin permiso del gobierno estadunidense”.

De acuerdo con un reporte de este centro, en 2010 se registró el mayor número de recuperaciones, 223, que superó la media anual –173 por año en promedio de 2002 a 2014– y explica que los hallazgos de cuerpos se ajustan cada 12 meses con el propósito de clarificar la procedencia de los restos.

El año pasado se registraron 129 recuperaciones, como ha sucedido históricamente, éstas alcanzaron su punto máximo durante los meses de verano (junio-julio) con 33.

De los cuerpos que pudieron ser identificados, 40 por ciento correspondían a personas entre 20 y 29 años de edad, 83 por ciento de los restos recuperados –identificados o no– eran hombres, nueve por ciento mujeres y en nueve por ciento no fue posible definir el sexo.

Otro de los problemas a los que se enfrenta esta oficina forense es la dificultad para determinar la fecha y hora exacta de la muerte de los migrantes cuyos restos han sido encontrados, debido a la descomposición de los mismos, por lo que desde 2013 se creó una escala de condición de los cadáveres, que va de uno a ocho, de acuerdo con su grado de deterioro.

Se trata de un cálculo y, por tanto, sujeta a error, explica la oficina del forense de Pima. Así, en 2014, se recuperaron 14 restos en condición uno, es decir, con aproximadamente menos de un día de fallecida la persona; 28 se clasificaron entre los niveles dos y cuatro, con pocos días hasta unas semanas de muerte, y restos óseos con condiciones corporales cinco a siete, que sumaron 85, poco más de 60 por ciento de los restos recuperados.

En 109 casos, la causa de la muerte fue indeterminada, sobre todo debido a las limitaciones que derivan de los restos descompuestos. Del resto, el origen del fallecimiento fue la exposición ambiental a los extremos de calor o frío, combinado con deshidratación.

Casos menos frecuentes son por heridas de bala, lesiones con objetos contundentes, por caídas o accidentes de vehículos de motor y la electrocución, debido a la caída de un rayo.

En 2014, 35 de los cuerpos identificados eran de nacionalidad mexicana, seguidos por guatemaltecos, hondureños y salvadoreños.

Desde 2001, los cuerpos de migrantes de nacionalidad mexicana han sido los más numerosos, con mil 285, seguido por los guatemaltecos con 120 y salvadoreños con 40. De los 2 mil 330 fallecidos desde 2001, mil 504 han sido identificados, 301 al comparar su ADN con una muestra de referencia de la familia. Al 31 de diciembre de 2014, 826 cadáveres permanecen sin ser identificados.