Veracruz, Ver.- A pesar de su fama de huraño, Carlos Monsiváis nunca fue de esos escritores encerrados en su cubículo ni afecto a la opulencia, sino un personaje bastante cercano a la sociedad, comprometido con las minorías, que veía la cultura precisamente como una forma de inclusión democrática, afirmó el periodista Javier Aranda Luna.

Destacó que Carlos Monsiváis siempre se mantuvo cercano a Veracruz, disfrutaba de sus continuos viajes a tierras jarochas y su cultura popular, y sentía predilección por los puertos que siempre consideró como un punto de entrada y salida de la cultura.

En el marco de la charla ofrecida por invitación del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), para conmemorar el quinto aniversario luctuoso del autor de Días de guardar y Los rituales del caos, el también escritor, quien fue su colaborador durante muchos años, destacó que Monsiváis tenía una mecánica de análisis que lo mismo lo hacía replegarse a una causa o alejarse, pero mantenía su capacidad crítica.

“Él podría compartir causas como sus simpatías con la izquierda en México, o solidarizarse con el tema de Cuba y su aislamiento, pero no dejaba de hacer crítica de esas causas”.

El público respondió al llenar la Sala Mito Genial, del Exconvento Betlehemita, para escuchar la plática de Aranda, bajo la moderación de David Barquero, y allí destacaría que Monsiváis tenía una facha un poco huraña, pero en realidad fue un tipo interesado por la gente, y pocas veces se ha visto a escritores comprometidos con las causas, sobre todo las minorías sexuales, religiosas, de esa gente que no tiene acceso a muchos servicios como la educación o la salud.

El periodista dijo que tras la muerte del cronista y ensayista, quedaron pendientes varias ediciones de libros que no salieron a la luz pública, porque fue un escritor prolijo, que bien podría hacer una selección de muchos textos, ordenarlos y tener más acercamientos al cine, más literatura, “y claro que sería interesante rescatar ese material para hacernos ver que era muy cercano a la gente más común”.

En este momento, comentó que trabajó con el escritor Sergio Pitol para realizar una antología, para fijar a Carlos Monsiváis no sólo como cronista, porque existe el prejuicio de que la crónica es un género de la literatura menor; “pero la crónica es la apuesta por otro tipo de literatura, son el cuento de la verdad, los personajes son de carne y hueso, y eso no importa, sino la capacidad literaria de quien escribe”.

Destacó que Monsiváis fue un magnífico cronista y gran literato, hoy no hay nadie que llene ese espacio que dejó el autor de Amor perdido, porque representa también una época que era demasiado inclusiva, en la que empezaron fuerte otras expresiones como el cine, y Carlos, a partir de su memoria asombrosa, lo que hizo fue acerarse a lo que tenía enfrente para hacer como un crisol, y analizar de manera gozosa y aguda la realidad.

Subrayó que sería importante reunir todo el acervo de Monsiváis para que el público pueda tener acceso a toda su información, porque el escritor siempre dijo que leer es una tarea colectiva, y en caso de lograr ese rescate del material, cada estado podría hacer la publicación de 10 libros que tengan que ver con ese autor que habla de los problemas concretos de cada zona.

Por último, Aranda agradeció la invitación del Gobierno del Estado para poder hablar sobre la vida y obra de uno de los grandes escritores que ha tenido el país.