Xalapa, Ver.­ “No debería costarme ser yo”, expresó Christopher Juárez Reyes, estudiante transexual de la Universidad Veracruzana (UV), luego de que la institución entregara documentación oficial en la que se estipula su identidad a partir del género de su elección.

El joven, originario de Xalapa y que cursa actualmente el sexto semestre de la licenciatura en Biología, señaló que el ser reconocido como hombre ha sido el sueño de toda una vida pero que desafortunadamente hay muchos transexuales que viven con temor en la entidad veracruzana.

Lamentó que la depresión uno de los obstáculos a los que se enfrenta una persona transexual, y que la familia es la base para que se inicie con un proceso de aceptación de los individuos transexuales.

“Vemos más aceptación por parte de instituciones pero existe el problema de desconocimiento. Llegas y dices que eres transexual y lo primero que te preguntan es: ¿qué es eso? Hay una frase de película que dice ‘Caminan entre ustedes’, hay gente que es transexual y ni se lo imaginan “

Entrevistado durante la Jornada Universitaria Contra la Homo­lesbo Transfobia, aseguró que encontró apoyo en las autoridades escolares de la Máxima Casa de estudios en el estado, pero que hace falta que el gobierno estatal incluya en el esquema de salud operaciones para transexuales y que de esta forma no tenga que salir de sus bolsillos.

“Yo pensé que me iba a endeudar con 80 mil pesos para realizar el trámite y no lo veía posible y gracias a la reforma, que lo convierte en un trámite administrativo, lo pude hacer. Luego pensé en lo que me dirían en la Universidad porque sabía lo que ocurrió en el caso de Agnes Torres y de ahí me basé”.

Juárez Reyes señaló que los gastos que destina mensualmente para su tratamiento de hormonas ascienden a mil pesos, pero que en el caso de los hombres transexuales la cantidad aumenta considerablemente.

“La gente planea casarse, tener propiedades pero los transexuales piensan primero en ser ellos mismos y luego lo demás. Antes tenía conflicto conmigo porque llevaba poco tiempo con el proceso de hormonación, no estaba operado y no tenía el cambio legal y me deprimía que me preguntaran qué era. Ahora el espejo me dice cada mañana que soy cada vez más guapo”