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Adolfo García de la Sienra recibirá Doctorado Honoris Causa en Edinburg, Texas

México debe adoptar una visión filosófica para enderezar el rumbo, señaló

El director del Instituto de Filosofía de la Universidad Veracruzana, Adolfo García de la Sienra Guajardo, recibirá el nombramiento de Doctor Honoris Causa en Teología, por parte del Seminario Teológico de Edinburg (Edinburg Theological Seminary), en Edinburg, Texas, el próximo 12 de junio, en una ceremonia en la cual impartirá una plática sobre la educación de los cristianos en la República Mexicana.

Al hablar acerca de la condecoración Doctor Honoris Causa o “Divinitatis Doctor” (Doctor en Divinidades, en latín), a la que calificó como un honor inmerecido, expresó que "es agradable ser considerado dentro de una comunidad internacional, ya que una parte importante del concepto de justicia es el reconocimiento”.

Refirió que la publicación de artículos y textos sobre filosofía reformacional, la traducción de libros de esta escuela, la impartición de diplomados, cursos breves y  conferencias sobre esta temática en el Congreso de la Unión de México y la Cámara de Diputados de Chile, al igual que su experiencia como director de la Biblioteca de Filosofía Cristiana de la Editorial Clie de Barcelona, España, son motivos que derivaron en la entrega de esta distinción.

El investigador de la Universidad Veracruzana dio a conocer que la imposición de este nombramiento, se realizará dentro de la semana de actividades académicas previas al  Commencement (ceremonia de fin de cursos) de la Facultad del Edinburg Theological Seminary, del 8 al 12 de junio del presente año.

A pregunta expresa,  manifestó que la filosofía reformacional se basa en la cosmovisión judeocristiana, según la cual el mundo está regido por las leyes que Dios su creador le puso al mismo; es decir, a los fenómenos naturales y a la vida humana.

En cambio, la creencia postmodernista  no reconoce que haya normas  y leyes objetivas a las que tengamos que someternos.   “Al postmodernismo no le gusta admitir normas y leyes; se rige por la idea de la autonomía de la voluntad, según la cual nosotros inventamos nuestras propias normas".

Dejó en claro que no se puede impunemente transgredir las leyes del cosmos: las normas morales, las normas de justicia o económicas, porque tarde o temprano nos alcanzará esta transgresión, a nuestros hijos y a la sociedad en general. Esto que enseña la filosofía reformacional no es místico, sino una consecuencia necesaria de cómo funciona el mundo, puntualizó. Dijo esto al resaltar la importancia de esta corriente, con presencia en naciones como Nederlandia, Alemania, Inglaterra, Canadá, Sudáfrica, Corea del Sur, Estados Unidos, Brasil  y México.

Al aludir a la grave situación actual de México, advirtió que para  enderezar el rumbo de nuestro país y solucionar los conflictos derivados de la violencia, corrupción e impunidad, los gobernantes deben aplicar una visión filosóficamente clara, seria y bien estructurada, pues de lo contrario, podría generarse una disolución social.

Adolfo  García de la Sienra Guajardo destacó que la injusticia, la inequidad social y la desigualdad, nos tiene a los mexicanos verdaderamente ofendidos, con poca credibilidad y confianza hacia los partidos políticos y el próximo proceso electoral.

La filosofía seriamente cultivada, dijo, dará respuesta a estos problemas: Los partidos políticos deben ser eco y expresión de posiciones filosóficas consistentes y serias y no ser meramente agencias de colocación de amigos ineptos y plataformas de  “chapulines”.

Durante la entrevista realizada en el Instituto de Filosofía de la UV, manifestó que en la actualidad los partidos políticos ya no son comunidades éticas con una visión política filosófica.

 “Ahora  son como trampolines para que los chapulines puedan pasarse de un lado a otro por el hueso y así seguir “chupando” de los fondos públicos: así vemos en México a los partidos; por eso la sociedad está muy molesta y poco entusiasmada”.

Anteriormente, los liberales se jugaban la vida, discutían  los temas importantes de la historia de México, los problemas políticos, económicos, sociales y se ocupaban de ello, tenían un programa y proponían leyes, subrayó.

 “Eran partidos reales que expresaban una visión del mundo y de la política”.

Ante este panorama,  aconsejó  acciones  justas y correctas para no generar disolución social, la cual tiene lugar cuando los vínculos que atan o unen a una sociedad, y la hacen coherente, empiezan a desbaratarse  y  diluirse.

Comentó que fenómenos como la violencia  reflejan que la autoridad no cumple con su deber y los jueces no imparten justicia porque algunos aceptan cohechos antes de dar un veredicto.

Además consideró que otros problemas igualmente graves son la impunidad, cuando no se castiga al delincuente y se le protege desde las grandes esferas; así como el  desvío y uso indebido de recursos públicos.

 “Una sociedad que permite y tolera eso está mal fundamentada, no tiene bases”.

Recalcó que nuestra  sociedad parece estar en el camino de una especie de derrumbe, eso desde luego es indeseable y muy peligroso, porque al derrumbarse las instituciones  surgen los caudillos, los líderes carismáticos, los rayos de esperanza y los salvadores de la patria.

García de  la Sienra señaló que las instituciones, fundadas por personalidades de la nación como Benito Juárez o Lázaro Cárdenas, entre otros, han salvado a México.

“Los diferentes gobernantes han tenido momentos de lucidez y esas nos han dado soporte, México aguanta por sus instituciones, por ello debemos buscar la justicia y defender las instituciones, ese es el camino  que debemos seguir todos”.

Por otra parte, lamentó que en la actualidad existan los llamados “Mirreyes”. En este sentido, cuestionó si es esa la clase política que necesita el país, hijos de políticos, líderes sindicales, quienes creen ser impunes.

Subrayó  que son una vergüenza que se ventila en la prensa internacional, lo más ridículo y grotesco que se puede uno imaginar,  jóvenes que maltratan a sus empleados y no  respetan a las personas de otra  condición económica o social.

El investigador insistió que de seguir así podría generarse  un desplome social.