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Aumenta deportaciones y agresiones a migrantes

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Buscan rutas alternas, autobuses, tráileres o grandes travesías a pie exponiéndose a mayores peligros, al no poder viajar en La Bestia

Amatlán, Ver.- (AVC) El número de detenciones y deportaciones de migrantes centroamericanos se incrementó en este primer semestre del año en el estado de Veracruz, como consecuencia de la prohibición del uso de trenes para el flujo migratorio, desgraciadamente, también se expuso a familias completas, jóvenes y mujeres a mayores peligros y vejaciones por la necesidad de buscar vías alternas para cruzar hacia el norte del país.

Julián Verónica, párroco en Amatlán y coordinador Provincial de la Pastoral de Movilidad  Social en la Provincia de Xalapa, sostuvo que la ruta Medias Aguas (Coatzacoalcos) Lechería (Estado de México), la cual cruza el estado de Veracruz, registró una caída drástica en el flujo de migrantes por las agresiones sufridas para impedírseles subirse al tren en el sur de la entidad; de 200 centroamericanos se cayó a un promedio de 10 en “La Bestia”.

Las medidas, dijo, tuvieron efectos negativos tal y como lo advirtieron los Obispos de México, pues se vieron en la necesidad de cruzar por el estado de Oaxaca, esconderse en tráileres o cualquier otro medio de transporte, siendo detenidos y deportados. Otros prefirieron iniciar travesías a la par de las vías del ferrocarril, sometiéndose a exhaustas y peligrosas caminatas.

“Lo dijimos en su momento y los Obispos mandaron una carta, donde pedían que se cuidará mucho esta nueva ley en donde ya no se les permitía subir al tren, porque esto iba a ocasionar más vulnerabilidad para los migrantes, entonces lo que estamos viviendo ahorita es algo que los Obispos en su momento lo dijeron”, señaló Julián Verónica.

Y abundó: “Se expuso a los migrantes a andar en caminos que no conocían, que están apartados de la red de apoyo con la que cuenta la Iglesia católica y la sociedad misma, a enfrentarse a la delincuencia y ahí no se podría hacer gran cosa con la Iglesia como aliada”.

Reconoció que en los últimos meses recibieron migrantes en Amatlán lastimados por las caminatas extremas o porque son violentados en sus derechos, sufriendo asaltos o violencia física en algún punto de su camino.

Manifestó que la iglesia católica contribuye a favor de los migrantes, a través de los grupos parroquiales, de comedores, albergues y de mucha gente que todos días brinda la ayuda, citó como ejemplo “Vive Migrante” con las hermanas de San José de León en Tierra Blanca, que son religiosas, asimismo en Coatzacoalcos existe otro albergue.

El entrevistado sostuvo que son seis los decanatos y cada uno se turna a lo largo del año para hacer colectas para los migrantes, así también se realizan trabajos de defensorías y acompañamiento, por parte de las Diócesis y comunidades eclesiales, pues el tema de migrantes es muy importante para este sector, por lo que no se abandona en ningún momento.