Las parejas mexicanas que enfrentan problemas para procrear son millones; 15% de las que se encuentra en edad reproductiva sufre por la infertilidad, documenta el departamento de Investigación en Reproducción Humana del Instituto Nacional de Perinatología (INPer).

El doctor Julio de la Jara Díaz, subdirector del INPer, señala que la Organización Mundial de la Salud ha clasificado a la infertilidad como una enfermedad, pues tiene repercusiones en los ámbitos social, familiar, psicológico y económico.

Las parejas pueden encontrar una alternativa viable en las técnicas de reproducción asistida de baja y alta complejidad como la inseminación en vitro, la manipulación microquirúrgica de embriones o gametos, y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides.

Hay parejas que no pueden lograr un embarazo de manera natural; define como infertilidad cuando después de un año tienen relaciones sexuales sin usar ningún método anticonceptivo y no se embarazan.

El humano es más fértil entre los 25 y 30 años, luego disminuyen las posibilidades de procrear. La infertilidad, dijo el experto, se presenta en 40% en el varón, 40% en la mujer, 10% por causas mixtas, y el 10% restante es inexplicable, ya que no existe ninguna alteración que impida el embarazo.

Lo más importante es identificar la causa del problema de infertilidad, pues de ello dependerá el tratamiento.

De los casos que se atienden en el instituto, 60% se resuelve con tratamientos farmacológicos, para inducir la ovulación o tratar alguna infección, o si el problema es la obesidad, se brinda asesoría nutricional.

El otro 40% requiere un tratamiento de reproducción asistida como la inseminación artificial intrauterina.

Cada año alrededor de 250 pacientes son tratadas con fertilización en vitro, de ellas entre 30 y 40% logran el embarazo, y estas técnicas de reproducción asistida son también una opción mujeres con cáncer de mama, pues antes de iniciar la quimioterapia pueden preservar sus óvulos.