San Rafael, Ver.- (AVC) A 15 días de que miles de peces, camarones y hasta nutrias aparecieran muertos en la cuenca baja del río Bobos, por la contaminación de desechos industriales, al parecer de la procesadora de jugos Citrofrut, no pasó nada.

Las dependencias ambientales que de manera retrasada acudieron a tomar muestras, entre ellas la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente (PMA), muestran indolencia, al no emitir ningún dictamen relacionado con la mortandad.

Según lo informado por el director de Ecología y Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Rafael, Abraham Bautista Galindo, hasta este momento ninguna de las dos dependencias anteriores ha expuestos causas, ni tampoco ha señalado a responsables del ecocidio, que el día 19 de abril causó indignación de los pescadores de esta región, quienes -sin ser especialistas en cuestiones ambientales- de inmediato atribuyeron que todo era producto de los desechos que la procesadora de jugos ha estado arrojando al citado afluente.

En entrevista telefónica, el funcionario municipal lamentó el actuar tanto de la dependencia estatal, como federal, y al mismo tiempo crítico que, a esta fecha, un organismo tan importante como la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ni siquiera haya tomado medidas en este asunto, que es también de su competencia, y del cual ya tiene una denuncia, pues de todos es sabido que no es la primera vez que Citrofrut provoca mortandades de peces en el Bobos y otros afluentes de esta región.

“Hasta hoy ninguna dependencia ha dicho nada, estamos esperando a que nos informen las causas y las sanciones que impondrán a quien resulte responsable. Es claro que hay lentitud, pero por ahora no tenemos de otra más que esperar, pues finalmente son estas dependencias las que tienen que aplicar a los que estén involucrados con la mortandad, la cual como ustedes recordarán ha sido histórica para esta región”, agregó el entrevistado.

Cabe mencionar que la contaminación del día 19 de abril del presente año se extendió por varios kilómetros en la cuenca baja del río Bobos, pero las mortandades también se registran en la parte media del afluente y en los arroyos que rodean la juguera Citrofrut, los cuales -a lo largo de los años- se han ido convirtiendo en canales de aguas residuales en los que ya no es común encontrar especies acuáticas, como las que se encontraron muertas ese día, entre las que destacan los robalos, lisas, lebrancha, huevina, camarones, robalete y otras típicas de esta zona.