Xalapa, Ver.- (AVC) Entre el 2012 y 2014 existe discrepancia en las cifras de casos de tortura y tortura sexual cometida contra hombres y mujeres, pues pese a que existen 41 quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la fiscalía realizó 74 dictámenes en igual número de casos, sin embargo el número de denuncias no se acerca a estas cifras.

Aunado a esto las cifras de casos de tortura y en particular de tortura sexual en contra de hombres y mujeres en Veracruz, se mantienen en el subregistro, pues además de que no hay coincidencia entre los reportes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la Fiscalía General del Estado y el Poder Judicial, se cree que mucha gente prefiere no denunciar por temor o por desconfianza.

Stephanie Brewer, integrante del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, quien dijo que mientras la CEDH reporta 41 casos -ocho en contra de mujeres- de tortura entre el 2012 y 2014, la Fiscalía General tiene 74 dictámenes en el mismo periodo, mientras que sólo existen 23 denuncias en la entidad, estas presentadas entre el 2008 y el 2014.

Al asistir al foro sobre Tortura Sexual: Realidades que también viven las veracruzanas, explicó que la situación es preocupante, pues de estos casos perpetrados por elementos estatales -como policías municipales, ministeriales, de policía estatal-, se teme que la cifra pueda ser mayor.

Incluso dijo que al presentar solicitudes de información ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, el Poder Judicialy la CEDH, además de recibir datos diferentes en cada dependencia, encontraron que no se especifica cuántos de esos casos involucraron además violencia sexual, pese a que ha habido mujeres denunciando. 

Las tres cifras son un subregistro del número real de casos que pueden existir, dijo, los cuales no están llegando ni a las denuncias, ni a la justicia, pues hasta el momento ninguno de los 23 denunciados y en manos del Poder Judicial, ninguno tiene sentencia, ni condena.

A esto sumamos que de acuerdo con las cifras proporcionadas por las tres instituciones, la mayor parte de las víctimas de tortura y tortura sexual son personas jóvenes, entre los 15 y los 35 años de edad y en una menor proporción personas de 10 a 14 años de 50 hasta 70.