Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han sido incorporadas de manera azarosa a todos los niveles educativos, las decisiones se tomaron desde el punto de vista comercial, por ello es necesario pensar en una reestructuración de los planes de estudio de las instituciones de educación superior (IES) del país, plantearon Miguel Ángel Casillas Alvarado y Alberto Ramírez Martinell, investigadores del Instituto de Investigación en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV).

Ramírez Martinell recordó que en un inicio las empresas desarrolladoras de software pusieron a disposición de escuelas primarias, secundarias y de bachillerato un programa común, que todos los alumnos debían aprender a utilizar y los profesores tenían que ser hábiles para poder enseñarles.

“Creemos que no era el camino adecuado para que los niños y jóvenes aprendieran a usar las TIC porque nunca se dio una reflexión desde la academia; ahora desde el contexto universitario nos preguntamos cuánto saben, cuánto deben saber, cuáles son las intenciones y las frecuencias de uso en cada una de las carreras.”

Sin embargo, Casillas Alvarado señaló que en la actualidad las universidades siguen suponiendo que todos los alumnos deben aprender los mismos contenidos, sin considerar las necesidades de cada disciplina en materia de TIC.

“Siguen los estándares de saber computación básica y en las clases los estudiantes quedan a la suerte de si el profesor hace uso de las TIC o fuentes de información”, añadió Ramírez Martinell.

Por ello, ambos académicos han desarrollado desde algunos años dos proyectos de investigación que se complementan: “Áreas digitales de los profesores universitarios” y “Brecha digital entre profesores y estudiantes universitarios”, de este último deriva “Los 10 saberes digitales” que actualmente trabajan.

10 saberes digitales

Con la finalidad de conocer cuánto saben, con qué frecuencia y para qué usan las TIC, los estudiantes y profesores universitarios desarrollaron la investigación basada en los 10 saberes digitales.

Ramírez y Casillas detallaron que para determinar los saberes, realizaron un análisis minucioso de políticas, directrices y normas internacionales que miden las habilidades digitales de programas educativos y profesionistas, las cuales son usadas por organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y ministerios de educación de países latinoamericanos.

Resultado de la investigación, compartió Ramírez Martinell, fue el diseño de los 10 saberes digitales, que ayudarían a medir el grado de apropiación de las TIC entre estudiantes y profesores de las IES.

Especificó que se dividen en ocho de tipo informático y dos informacionales. Los primeros son: manejo de archivos, dispositivos y software especializado (relativos a los sistemas); texto datos y multimedia (contenido digital); socialización y comunicación (relacionados a la comunicación).

Mientras que los otros, referentes al manejo de la información, son: ciudadanía digital y literacidad digital.

Los integrantes del Cuerpo Académico Inteligencia Artificial e Innovación Educativa del IIE, aseguraron que este proyecto es una herramienta que les ayudará a medir cuánto saben los estudiantes y los profesores, pero lo más importante es que “podremos identificar qué necesitan aprender cada uno, de acuerdo a la profesión que cursan o desempeñan”, resaltó Casillas Alvarado.

Además, Ramírez Martinell dijo: “Los datos obtenidos permitirán hacer comparaciones de cualquier tipo en el aprendizaje de TIC; por ejemplo, alumnos que entran a la universidad con alumnos que egresan o profesores con alumnos, incluso se puede hacer una comparación del índice general y de cada uno de los saberes”.

Para medir cuánto saben y cómo usan las TIC, dijo, fue elaborado un cuestionario para profesores y otro para estudiantes, adaptables a distintas universidades. A la fecha ya ha sido aplicado en algunas facultades de la UV, así como en algunas IES del país y del extranjero.

Los talleres

Miguel Ángel Casillas abundó que para conseguir la información sobre el aprendizaje y uso de las TIC en la UV, desde hace algunos meses implementaron talleres en algunas facultades.

Cada uno de éstos dura tres horas y participan especialmente los profesores –uno por cada saber digital–, quienes diseñarán o rediseñarán el perfil del egresado en cuanto al uso de las TIC.

“Además de obtener datos específicos para nuestra investigación, nosotros a cambio les proporcionamos un plan de incorporación de las TIC en sus prácticas docentes cotidianas.”

Al momento, informó, lo han impartido en las facultades de Idiomas, Filosofía, Biología, Medicina, del campus Xalapa, y de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria de Acayucan. Adelantó que en fechas próximas visitarán Veterinaria y Agronomía.

Asimismo, los cuestionarios han sido aplicados en universidades de los estados de Aguascalientes y Nayarit, y en Costa Rica.

Las TIC como experiencias educativas

A decir de los entrevistados, las TIC deben ser incorporadas como experiencias educativas (EE), aunque el definir cómo, cuáles y uso debe ser tarea y responsabilidad de los docentes de cada disciplina.

“Nosotros decimos que las TIC no están en el mapa curricular porque no sabemos cómo deben entrar, siempre se piensa que debe ser una materia extra. Proponemos que en cada EE y cada plan de estudios se determine cuáles son los saberes digitales que deben poseer los estudiantes”, indicó Casillas Alvarado.

Aclaró que con reestructurar el mapa curricular o sólo crear cursos en línea no se cambiará la enseñanza de las TIC, sino cambiando los planes de estudio y usándolas cotidianamente en las facultades.

Sugirió que es indispensable que la UV dé el siguiente paso en precisar a nivel curricular cuáles son los contenidos específicos que deben aprender los universitarios en materia de TIC, “esto es lo que se hace en los talleres”.

Por último, dijo que “no debe verse como una cuestión normativa o una ley que establezca su uso, sino que debe ser un acuerdo disciplinario entre los profesores de cada facultad determinar los objetivos de aprendizaje”.