- Ecología
Desaparecen las playas de Agua Dulce
Agua Dulce, Ver.- (AVC) Apenas tres metros de arena separan a las palapas llenas de turistas de las aguas del Golfo de México y se espera que la situación se mantenga durante esta Semana Santa.
No son las mareas y la luna, ni los embates del Frente Frío: es el calentamiento global el que amenaza a la playa de Las Palmitas, que espera recibir de esta forma a miles de visitantes en los próximos días.
Durante un recorrido realizado por este medio informativo, se pudo comprobar que en la zona existe apenas una brecha -más bien un pasillo- razón por la cual los palaperos deben hacer sus palapas más pequeñas cada año.
Existe también preocupación por saber en dónde se van a realizar todos los eventos programados por el gobierno municipal, tales como el fútbol y el voleibol playero, así como la presentación de grupos y de los concursos, puesto que actualmente no hay espacio suficiente para tales actos.
Rolando Domínguez Morales, palapero desde hace más de una década, indicó que el mar avanzó gradualmente, pasando de tener cerca de 40 metros de costa entre las palapas y el agua, a tan sólo unos tres o cuatro metros.
Aunado al avance del nivel del mar, que amenaza con hacer desaparecer la costa tal y como se le conoce actualmente, los palaperos enfrentan una seria crisis económica debido a la falta de visitantes, a los altos costos de mantenimiento y a que los bañistas ingresan con sus propios productos.
Y es que la economía actual hace que la ciudadanía prefiera preparar sus alimentos en casa y comprar sus bebidas para llevarlas a la playa frente a consumir en el lugar, puesto que la capacidad de sus bolsillos se ha visto reducida fuertemente en los últimos años.
Tal situación ha provocado que de los 25 palaperos que existían hace tres años, ahora sólo se mantengan 15 operando.
Los precios que se manejarán durante esta Semana Santa, explicó Domínguez Morales, son de esta forma: la mesa costará 40 pesos, el estacionamiento 30 y las hamacas 20 pesos. De no alcanzar lugar para aparcar cerca de las palapas, los estacionamientos aledaños —bajo el sol— podrían ascender a 40 pesos.
“La cerveza está cara y ya no metemos mucha comida, sólo mojarras porque ya no hay turismo ni demanda. La gente deja basura y rompe las sillas, lo que genera gastos: esto ya no es negocio”, concluyó el palapero.