Córdoba, Ver.- (AVC) En México se tienen partidos políticos alejados de las necesidades de la gente y que solo legitiman un sistema que funciona muy bien para los partidos pero muy mal para los ciudadanos.

“Aunado a ello, por la complicidad ciudadana, por el silencio de la gente buena, tenemos elites políticas adeptas en tomar decisiones cuestionables, propensas al liderazgo populista o autoritario, todo eso producto de un sistema que está mostrando serias fisuras”, expresó Denise Dresser, politóloga, académica, periodista y escritora.

Al impartir la conferencia “¿Y yo qué puedo hacer?” Ante políticos, empresarios, gente de clase alta y estudiantes del Tecnológico de Monterrey Campus Córdoba, sostuvo que la consigna no puede ser la celebración de lo logrado, ni proclamar que Enrique Peña Nieto está salvando a México.

La consigna, reiteró, debe ser la honestidad ante los errores cometidos y el reconocimiento de lo mucho que nos falta por hacer, por lo que consideró que la tarea pendiente como ciudadanos es tomar al país por asalto, liberarlo de las cadenas que gobierno tras gobierno le ha colocado y sacudirlo para cambiar su actualidad dolosa.

Durante su mensaje dijo que los sindicatos, los partidos, los monopolios públicos y los emporios empresariales, no han aprendido a adaptarse a las exigencias de un contexto más democrático, y por el contrario explotan la precariedad democrática, cabildeando para obstaculizar los cambios en lugar de sumarse a ellos, resistiendo demandas a la rendición de cuentas, ejemplo de ello –dijo- es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

“Al único censo que se ha levantado en este país sobre el sector educativo, miembros del sindicato de los estados de Michoacán, Morelos y Guerrero, no dejaron entrar a los encuestadores del INEGI, y a pesar de ello nos enteramos vía esa encuesta que hay 238 mil maestros en la nómina del sindicato que cobran sin estar presentes en aula, no sabemos si están vivos, muertos o trabajan en otro sitio, lo que es cierto es que mes tras mes disponen de fondos del erario”, señaló.

Asimismo criticó el hecho de que los partidos políticos nacionales rechazan el recorte a su presupuesto cuando México tiene una de las democracias más caras del mundo.

Dijo que en la nueva era todavía están sueltos los viejos demonios de la corrupción, el uso arbitrario del poder y la impunidad con la cual todavía se ejerce, cuyo precio es evidente: una democracia condenada a la baja calidad, a la representación ficticia.

Ante ello invitó a la ciudadanía a las amas de casa y universitarios, a dar seguimiento a legisladores, a quienes los representan y de quienes muchas veces olvidan su nombre porque después de las elecciones no regresan a su distrito, porque seguramente votaron hace tres años por ese hombre o mujer y después “desapareció”, cuando prácticamente les paga cada ciudadano y son sus empleados.

“Sabe ustedes cuánto vota, si se presenta en el pleno cuántas veces, si ha dado algún discurso, qué ha hecho, y esa persona cuyo nombre no conocen es su empleado, y ustedes como universitarios, amas de casa, jamás permitirán que en su universidad, casa o empresa alguien se robara el dinero, no llegara a trabajar, no rindiera cuentas y al final de tres año salta como chapulín a otro lugar, si no permitirían eso con algo que es suyo, ¿por qué permiten que su empleado lo haga con su país?”, cuestionó al público.

Dijo que se tiene el derecho de aspirar a un México posible, capaz de crear los hábitos mentales que promuevan la participación en lugar de la apatía, la crítica en lugar de la claudicación, el optimismo de la voluntad por encima del pesimismo de la “fracasomanía”, de aspirar a un país de personas que piensan por si mismas y no necesitan a políticos, líderes sindicales, maestros, empresarios o incluso “politólogas” que les digan cómo hacerlo, y en ello se tiene que trabajar aún.

La también periodista y escritora por una hora acaparó la atención de los presentes, en más de una ocasión provocó los aplausos del público, que al final de la conferencia se puso de pie para ovacionarla, después de que también los dejó participar con el micrófono y escuchar sus puntos de vista.

Denise Dresser visitó Córdoba, al ser invitada por el Tecnológico de Monterrey campus Veracruz, institución que buscó recaudar fondos para las becas de Enseñanza e Investigación del Estado de Veracruz A.C (EIEVAC)