Colocarse al interior de la tierra, entre el calor de la piedra y sus minerales, sentirse cobijado por aromas de hierbas curativas, vapores de sanación y otros seres humanos con la misma sintonía espiritual, es la experiencia del temazcal, la representación del vientre materno en el corazón de la tierra.

Entrevistado en el Nicho de la Purificación, el experto en materia de temazcales, Andrés King Cobo, compartió el arte de la sanación con esta milenaria técnica para sacar, con el calor, las toxinas del cuerpo y los malos humores que no dejan ser al ser humano.

El proceso comienza cuando la gente se introduce a la pequeña estructura de barro, con la menor cantidad de ropa posible, para posteriormente colocarse en las paredes del temazcal y dar paso a la convocación de las fuerzas.

“Aquí es donde uno crea el intento de sanación, y es entonces cuando el individuo empieza a trabajarse a sí mismo de manera psíquica e inconsciente, siempre bajo nuestra guía espiritual”.

Tras haber mostrado aspectos de esta ceremonia, Andrés King, comentó que el gran éxito del temazcal se debe a que la gente es muy receptiva al entrar a la estructura, “fuera del espectáculo en el que pareciera estar inmersa nuestra sociedad, se le coloca en un ambiente más natural y tranquilo y en relación con otros seres de manera física y personal, lejos de todo lo virtual y artificial”.

Invitó a todo el público asistente a la Cumbre Tajín a visitar el Nicho de la Purificación para recibir una terapia de sanación totonaca; “la gente se cansa un poco, pero luego viene el descanso reparador total, para quitar la depresión, los problemas nerviosos y los hormonales, entre muchos otros”.

Por otra parte, la sanadora totonaca María Concepción Maldonado García abundó sobre este maravilloso arte de sanar, mismo que, dijo, es utilizado de manera frecuente por los pueblos originales del Totonacapan en su vida diaria.

De manera particular, explicó que en el Nicho de la Purificación, las personas hacen su cita para ser tratadas de males como el resfriado, dolores e inflamaciones, donde son atendidas por sanadoras totonacas.

“Aquí dentro los sobamos y tratamos con plantas medicinales y el vapor de las piedras calientes, luego se les da un tiempo para reposar en el temazcal. Cuando salen, se les proporciona una toalla para cubrirse del ambiente y pasar a un reposo de 15 minutos en una sala con camas especiales, donde se les invita a beber un té caliente para que sigan sudando todo lo malo que puedan seguir llevando por dentro.”