La Patrona, municipio de Amatlán, Ver.- (AVC) Durante 14 años ayudaron al prójimo en forma por demás anónima, en los últimos seis han sido perseguidas por la fama nacional e internacional, pero las Patronas no se dejan marear: “No queremos cambiar, queremos seguir siendo las campesinas que un día, Dios invitó a participar y seguir ahí en la lucha”.

Un cinco de febrero de 1995, marcó el corazón de Las Patronas. El hambre de los migrantes les caló hondo y desde ese momento se convirtieron en las “señoronas”, en las salvadoras de miles de centroamericanos que a bordo del tren cruzaban el país hasta Norteamérica, bajo la lluvia, el frío, el calor, pero sobre todo, sin alimentos ni consuelo a su paso.

Un oasis para los migrantes

Del miedo inicial por ser encarceladas, ya que ayudar al migrante estaba penado, a la libertad de poder recibirlos, alojarlos, curarles, alimentarlos pero sobre todo, darles amor sin el miedo de ser perseguidas por la autoridad, el grupo de Las Patronas cumplirá sus primeros 20 años de ayuda humanitaria y solidaria con los migrantes, el próximo mes.

Norma Romero Vázquez señala que sobrevivir al miedo y a las envidias, a la falta de apoyo de la sociedad en su momento, ha valido la pena. Miles de centroamericanos por año, encontraron en La Patrona, un oasis, un alivio y abrigo, hoy reconocido internacionalmente y por las autoridades de los tres niveles de Gobierno así como por infinidad de organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales pro migrantes.

Reconoció que en dos décadas, han visto infinidad de políticos pasar, en los últimos seis años, muchos las visitaron y hasta ofrecieron apoyarlas al llegar a sus cargos, como ocurrió con Leticia López, diputada federal por el distrito de Córdoba, de quien sólo se recibió un “diploma” pero no la ayuda prometida en campaña.

Festejos 14 y 15 de febrero

“Las Patronas" celebrarán sus 20 años con actividades artísticas y culturales  los próximos días 14 y 15 de febrero, por lo que tienen previsto hacer una procesión desde la Capilla sobre las vías y posteriormente una misa, asimismo habrá un debate entre sacerdotes bajo el tema”. ¿Cómo camina la iglesia al lado de los pobres?, además también participarán los voluntarios que han servido a la comunidad a través de sus testimonios.

Para estos festejos estará presente el Obispo de Saltillo, Raúl Vera, con quien el grupo de ayuda a los migrantes ha trabajado muy de cerca en apoyo a los albergues, y a través de la red migrante.

“Ya estamos preparando todo, enviando las invitaciones para que toda la gente que ha participado de una u otra manera nos acompañen, para nosotros eso es muy valioso y esperemos que sus agendas nos lo permitan, vamos a acondicionar todo aquí en el espacio del comedor, habrá un gran festejo y música de la región, son jarocho amenizara el momento”, explicó.

El migrante tiene hambre todos los días

El sueño de dar ayuda humanitaria a los migrantes inició por 25 mujeres, sin embargo actualmente son 14 y unos cuantos hombres más, la lucha no termina aseguran, y es que también hace falta sensibilizar a las autoridades y las iglesias, quienes muchas veces en festejos conmemorativos como el Día del Migrante, se acuerdan de ellos, sin embargo los migrantes todos los días pasan hambre, frío, calor y se enfrentan a situaciones difíciles.

“El migrante tiene hambre todos los días y lo que platicábamos en nuestra reunión es eso, el que no se haga cada año sino todos los días, porque todos los días tiene hambre. Lo importante es invitar que cuando sean sacerdotes caminen al lado de los pobres, no se queden en las parroquias, tienen que salir a ver qué sucede”,  consideró.

Tras asegurar que el grupo de ayuda jamás se ha politizado ni ha operado para intereses de unos cuantos, sino para toda la comunidad migrante, Norma Romero señaló: “No queremos cambiar, queremos seguir siendo las campesinas que un día Dios invitó a participar y seguiremos en la lucha”.

El grupo de mujeres altruistas aseguraron que lo famoso no les afecta, pues saben de dónde vienen y quiénes son y mientras sean humildes las cosas siempre saldrán mejor, al tiempo que agradecieron a Dios y a los migrantes por todo lo que les han enseñado, sobre todo el que se pueden lograr las cosas siempre y cuando exista voluntad.