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Flores blancas para los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa
Orizaba, Ver.- (AVC) A las 16 horas partió del municipio de Río Blanco, la marcha de unas cien personas entre maestros y sociedad civil, que con flores blancas en las manos, pancartas y cartulinas, se unieron a las diferentes acciones de exigencia para la presentación vivos de los estudiantes normalistas desaparecidos.
Ramón Tepole, vocero del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano, uno de quienes encabezaron esta movilización, refirió: “El país está movilizado, es el Día de Acción Global, una luz por Ayotzinapa, y el magisterio, la sociedad civil, estamos aquí, exigiendo justicia, uniendo nuestras voces a las de esos padres de familia que a casi un mes, no saben dónde están sus hijos”.
Apuntó que cada padre de familia en México sabe que cualquiera de esos jóvenes desaparecidos, podría ser el suyo, “quien tenga conciencia, sufre, se acongoja, exige justicia, porque esto no puede seguir pasando en nuestro país”.
Hombres, mujeres, niños, adultos y jóvenes, portaron flores blancas: “¿Cuál es nuestro futuro en un país donde el estado mata estudiantes?” dice la cartulina que levanta en alto una joven estudiante. Mientras una maestra, madre de familia, muestra la suya, “Basta, Ayotzinapa vive”.
Dos mujeres toman de las puntas un gran moño negro, señal de luto para los mexicanos, dice una de ellas.
A lo largo de la avenida Vicente Guerreo de Río Blanco, en una tarde nublada que amenaza con soltar lluvia, camina el grupo mientras de una bocina en una camioneta, al frente de todos, se escucha decir a los maestros: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, y exigen que el gobierno no reprima la lucha social.
Esta vez, los del MMPV prefirieron hacer su movilización de tarde, para que los supervisores escolares no les levanten actas y les descuenten salario.
La movilización llegó hasta el Parque “Apolinar Castillo” en el centro histórico de Orizaba, ahí, todavía se escucharon algunos mensajes, mientras los participantes colocaban las flores blancas en un área cercana al quiosco, antes de que la lluvia empezara a caer.