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Educación intercultural debe fomentarse desde la niñez

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Una nación intercultural sólo se logrará con educación intercultural: Benjamín Maldonado Alvarado

La interculturalidad es el diálogo entre culturas y esto no se logrará en México por decreto presidencial, sino formando niñas, niños y jóvenes que lo impulsen, de ahí el trabajo fundamental de las universidades interculturales, toda vez que el proceso tiene que partir desde el nivel superior al básico, opinó Benjamín Maldonado Alvarado, del Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca (CSEIIO).

El Director de Estudios Superiores del citado colegio, expuso la conferencia magistral “La investigación y el sentido de la educación intercultural”, con la cual inició el III Foro de Investigación Vinculada en las Universidades Interculturales de México, que se desarrolló del 8 al 10 de octubre en la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) de la Universidad Veracruzana (UV).

De inicio, expresó su “repudio y odio” a la gente que asesinó a cinco estudiantes y desapareció otros 43 más, pertenecientes a la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, hechos que nuevamente “tiñen de rojo la historia del país”, como con la matanza ocurrida en octubre 1968.

En su conferencia explicó que interculturalidad se puede entender como un diálogo entre culturas, un tipo de relación que es necesario construir, pues no existe.

“Si pensamos que la interculturalidad es diálogo entre culturas, no lo hay. No hay reconocimiento a la diversidad, precisamente porque el Estado nacional, como figura, es una institución que niega el diálogo.”

La educación intercultural busca crear las condiciones académicas para una relación horizontal y debe entenderse como un modelo educativo, una propuesta pedagógica, pero a su vez una intención para formar ciudadanos, niños, jóvenes y obviamente maestros que propicien una sociedad intercultural, dijo.

“Esto se puede lograr a través del fortalecimiento de lo local, de lo que es propio del estudiante, del niño, de lo que tiene sentido para él.”

El conferencista habló de las experiencias en las que participa en Oaxaca, a partir del modelo llamado “educación comunitaria”, que parte de lo local para de ahí ampliarse a otras perspectivas, “que desde lo propio les permite articular lo que es universal”.

La educación intercultural se ocupa de integrar a la escuela lo que el Estado excluyó de ella: el conocimiento local, la lengua originaria y la participación de la comunidad en el proceso educativo, cuyos cimientos están basados en la investigación.

Ésta, precisó, es la diferencia radical entre el modelo de educación comunitaria y el hegemónico, pues lo que se busca es construir conocimiento de una manera profunda, no fingida. “¿Qué tantos conocimientos certificamos que se esfumaron, que no existen?”, cuestionó.

Aclaró que no se trata de “devolver” información a la comunidad, sino ayudar a la gente a conocer mejor su realidad y así propiciar que se involucre e intervenga en ella.

“Para nosotros el objetivo de la educación comunitaria, y por lo tanto de la educación intercultural, es un modelo de transición, un modelo efímero”, remarcó. Pues éste debe formar a los estudiantes, los niños y jóvenes indígenas y no indígenas a pensar en una perspectiva claramente multicultural e intercultural sin necesidad de que haya tal calificativo.

Para él la educación superior tiene la función fundamental de formar vía un modelo educativo intercultural, para que de ahí descienda a los niveles educativos de abajo, de no ser así, “no ayudan a formar a los niños, jóvenes y a los maestros”.

“El diálogo entre culturas no se logrará por decreto, tampoco llevando a las leyes el respeto a la diversidad o a la interculturalidad, se logrará formando niños y jóvenes que lo impulsen, que fuercen al Estado a una relación de diálogo”, dijo.

La conferencia fue moderada por el profesor-investigador del Instituto de Investigaciones en Educación de la UV, Gunther Dietz.