A Ayesha Jones, natural de Birmingham, le diagnosticaron escoliosis cuando tenía 13 años, una enfermedad que provoca la curvatura de la espalda, pero rechazó operarse porque era una cirugía demasiado complicada. 

Ella quería ser modelo así que acudió a un evento de moda de su ciudad, sin embargo casi todas las agencias la llamaban pero se echaban atrás cuando veían su espalda.

La británica no se rindió y se dedicó a practicar poses en las que no se pudiera percibir el estado de su espalda.

"Me convertí en una especialista en tapar mi escoliosis. Aprendí poses que hacían parecer a mi cuerpo más asimétrico", comenta la joven, que  trabajo como modelo de bañadores y participando en diferentes videoclips según publica el diario Daily Mail.

Todo iba bien hasta que un fotógrafo la rechazo por tener una espalda antiestética después de haber viajado hasta la ciudad de Londres.

En ese momento se dio cuenta de que no valía la pena esa profesión: "Ser modelo no me importaba en absoluto. ¿Qué sentido tiene tener fotografías tuyas en las que no te muestras tal y como eres? Me di cuenta que quería inspirar a las personas para hacer cosas importantes", afirma.

Entonces comenzó a estudiar fotografía y a trabajar como freelance llegando a publicar su propio libro de fotografía titulado “Imperfección” en el que se muestra tal y como es.

Finalmente, decidió someterse a la cirugía a la que se había negado de niña porque su dolor ya era muy fuerte aunque agradece la enfermedad por qué la ayudó a “centrarme en mi misma y no en mi cuerpo. Cuando acepté que no podía cambiar mi cuerpo fui mucho más feliz. Espero poder ayudar a otros enfermos de escoliosis de alguna manera", afirma Ayesha.