Casi desde que nacemos, las mujeres vivimos obsesionadas por intentar conseguir que nuestro aspecto físico se parezca al del canon de belleza de nuestra época. Incluso, la sociedad y los medios de comunicación parecen inducirnos hacia esta obsesión tan peligrosa y que tiene consecuencias como la anorexia, la bulimia o la adicción por la cirugía estética.

Todo esto es lo que ha querido reflejar el cineasta Frederic Doazan a través de su cortometraje: Súper Venus. Comienza con una imagen de una mujer normal que va cambiando su cuerpo para conseguir ese estereotipo de belleza femenino que tanto ansía.

Depilaciones, maquillajes, liposucciones,  inyecciones de bótox o el  aumento del tamaño de los senos son algunas de las acciones a las que se somete la mujer Súper Venus para conseguir el físico perfecto.

Frederic repasa los diferentes cánones de belleza hasta llegar el actual de una mujer rubia, delgada y  con pechos grandes, que acaba siendo destruida como consecuencia de tantos cambios en su cuerpo, una metáfora de lo dañinas que pueden ser este tipo de conductas.

Esta crítica a una sociedad obsesionada con el físico que ha sido galardonada con el primer premio en el 17º Festival de Cortos de Bruselas.