Desde el momento que se contrae la hepatitis A, durante el periodo de incubación e incluso dos semanas después de haber desaparecido los síntomas, el paciente es capaz de contagiar a otra persona, advirtió el doctor Gustavo Enrique Landa Santibáñez, médico Familiar de la Unidad de Medicina Familiar N° 61 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La hepatitis es la inflamación del hígado y que en este caso se presenta por el virus de la hepatitis A, aunque hay otras patologías que podrían inflamar al hígado como el alcoholismo y otras patologías autoinmunes.

Los síntomas de la hepatitis A, pueden ser leves que van desde: Un malestar general, fiebre no muy alta, falta de apetito, vómito, puede presentarse diarrea y se puede confundir con un cuadro de gastroenteritis; en algunas personas puede no haber síntomas y la señal más conocida que se presenta al sexto o séptimo día, es una coloración amarilla o ictericia, esto se debe a la elevación de la bilirrubina; la orina se aprecia obscura y las heces fecales pálidas o sin coloración.

La causa principal de contagio es por alimentos contaminados con heces fecales, es decir que si mariscos u hortalizas que no están bien desinfectadas o cocidas, serán condicionantes para la hepatitis A y más en esta época de intenso calor, dijo el médico Landa Santibáñez.

La recomendación es que no se coman mariscos crudos o frutas y verduras mal lavadas, porque son una fuente de contagio, también las relaciones sexuales sin protección son causa de trasmisión.

El diagnóstico se confirma por medio de estudios clínicos de laboratorio y durante el tratamiento, el reposo del paciente es muy importante, además de una dieta libre de irritantes, para no fomentar vómito y la  deshidratación;  cabe mencionar como punto destacado, que la vacuna que funciona para prevenir la enfermedad, también ayuda en el alivio del paciente.

Para prevenir la hepatitis A, no hay nada mejor que las medidas higiénicas como son no comer en la vía pública, la elaboración de los alimentos bien cocidos con al menos un minuto de ebullición; el lavado de manos frecuente y especialmente antes de comer y después de ir al baño.

Al sospechar que se tienen señales de hepatitis, es necesario acudir con el médico del Seguro Social que le corresponda, para recibir la atención adecuada y cumplir cabalmente con las recomendaciones para evitar complicaciones, concluyó el galeno.