Poza Rica, Ver.- Sofía y Francisco, son dos jóvenes que sufren discriminación de sus compañeros de trabajo y del personal médico del hospital del ISSSTE por ser portadores del virus del Síndrome de Inmunodeficiencia Humana Adquirida (VIH- Sida).

Las burlas y humillaciones frente a los demás comenzaron desde que su ex jefe de servicios del Instituto de Protección Auxiliar y Patrimonial (IPAX), Manuel Alcántara Ortiz, en enero pasado, revelara la enfermedad que acaba silenciosamente con la vida de la pareja. Desde entonces se convirtieron en el "hazme reír de todos".

En un principio, su patrón prometió ser discreto en la corporación de seguridad privada al enterarse de que Sofía y Francisco eran positivos al VIH- Sida, para evitar agresiones y discriminación de parte del resto de los elementos y de los empleados administrativos.

Incluso desde que la joven Sofía entra a trabajar al IPAX le asignaron un lugar con demasiada tranquilidad, y en el que no requería mayores esfuerzos más que su presencia, pues semanas antes había sido operada por una complicación que tuvo en su salud.

Pero pocas semanas después, les llegó una orden del jefe del IPAX, Joel Uscanga Ubaldo para notificarles que ambos debían ser reubicados en un puesto con mayor responsabilidad y esfuerzos físicos.

Su jornada laboral pasó de ser de 36 hasta 60 horas de trabajo, con derecho a solo 12 horas de descanso.

El sobre esfuerzo físico por la carga laboral provocó malestares en la salud de Sofía, que pocos días después recayó en un estado de depresión. Para recuperarse, la chica solicitó permiso durante algunos días.

Al retornar sus actividades de trabajo, le avisaron que Joel Uscanga Ubaldo había ordenado a que la vetaran de la portabilidad y uso de las armas e incluso tendría más trabajo que los demás y con el mismo salario.

No conforme con los cambios para Sofía y Francisco, el jefe superior del IPAX sembró rechazo entre los trabajadores del Instituto de Protección Auxiliar y Patrimonial, quienes comenzaron a discriminar a los jóvenes por estar contagiados de esta enfermedad incurable.

"Llegó el momento en que nos insultaban si recibíamos algún reconocimiento por nuestra labor y buen desempeño en nuestro trabajo. Nos decían ‘hay que ser sidosos para ser un ejemplo a seguir dentro del IPAX’", relató la mujer mientras contenía sus lágrimas de la impotencia que le causaron esas humillaciones.

Ahora Sofía no puede compartir un vaso de refresco o agua a sus compañeros pues todos la rechazan con argumentos de que las podrá contagiar el virus. No fue hasta el 21 de abril pasado cuando una de las empleadas administrativas le contó que Joel Uscanga fue quien reveló frente a todos los guardias del IPAX que ella y su esposo tienen Sida.

De acuerdo con la testigo, "a nosotros nos dijeron, desde enero, que nos acercáramos a la parejita de Veracruz porque son sidosos, es por nuestro bien", fue parte de la indicación que dio el encargado de las oficinas de esta corporación de seguridad, ubicada en la colonia 27 de Septiembre, de Poza Rica.

Pero la noche del viernes pasado Joel Uscanga fue removido como nuevo jefe en la delegación del IPAX con sede en Coatzacoalcos, y en su lugar quedó el comandante, Fernando Gómez Landero.

Sin embargo, el problema no termina solo en esas oficinas, pues la pareja también es discriminada por una de las encargadas de la clínica del ISSSTE, quien al atenderlos les muestra rechazo por ser portadores del Síndrome de Inmunodeficiencia Humana Adquirida.

Por esa situación, Sofía y Francisco acudieron con la Defensora del Grupo Multisectorial de Poza Rica para asesorarse y proceder ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) en contra de Joel Uscanga por exhibirlos y causarles humillaciones con sus compañeros de trabajo.

De manera extraoficial se dio a conocer que la CNDH ya interviene en el caso para que Sofía y Francisco interpongan una denuncia formal ante la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado de Veracruz, con el fin de deslindar responsabilidades contra los acusados.