San Juan Evangelista, Ver.- San Juan Evangelista (2,488 habitantes), ubicado al sur de Veracruz, es el pueblo de los suicidios. En el último mes y medio uno tras otro, tres menores de edad y un joven de 22 años se quitaron la vida colgándose de sogas.

En un lugar como éste, donde el mejor pasatiempo es echar chisme en el pórtico de las casas, los suicidios han despertado la zozobra en la población que no atina a contestar que los originó.

“San Juan es bonito, pero últimamente han pasado cosas muy feas”, dice una mujer de cuerpo frondoso que vive en la calle principal, frente al mercado.

El primer suicidio que ocurrió en San Juan, tuvo lugar  el  22 de mayo. Un joven de 22 años, con antecedentes de alcoholismo y adicción a las drogas, se colgó en su recámara.

Una semana después, Hugo Orlando “X”, de 16 años, hizo lo mismo. Y acompañó el acto con una carta de despedida, con tres peticiones: recibir honores en la explanada de la escuela; que le tocaran dos canciones de la banda MS y ser paseado por las principales calles del pueblo antes de que lo sepultaran. Así se hizo.

Días después del entierro de Hugo Orlando, corrió la noticia  de que Luz del Carmen “X”, una niña de 11 años, también había decidido quitarse la vida. En una carta a sus padres, su última voluntad: que se repartieran tamales en su velorio y un homenaje en la explanada de la primaria a la cual asistía.

Los habitantes de San Juan, apenas asimilaban la noticia de un nuevo suicidio, cuando días después supieron que en una comunidad cercana, otra jovencita de 14 había tomado el mismo camino sin salida.

“¿Por qué pasa esto, eso es lo que nos preguntamos nosotros? ¿Qué es lo que está pasando, que los chamacos ya no quieren vivir?, interpela una mujer, de avanzada edad desde el patio de la iglesia.

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De llanos, caciques y talk-shows

San Juan Evangelista es un pueblo ubicado en Los Llanos del Sotavento, donde la temperatura invariablemente ronda los 35 y 45 grados centígrados. En sus calles abundan casas de colores rojo, amarillo, azules, que chillan con el sol de mediodía, y contrastan con los intensos pastizales verdes de los alrededores.

El sombrero, el pañuelo y las mecedoras son indispensables para que los habitantes resistan el calor hasta las seis de la tarde, cuando el  río “San Juan”, que pasa por un costado del pueblo, refresca el aire, y da una tregua.

En otro tiempo “San Juan”, como cariñosamente lo llaman, era referente nacional por ser uno de los centros ganaderos más importantes del país.

Y también por ser el terruño de dos caciques muy famosos en el sur del estado: Ponciano Vázquez Lendechy y su hijo, Cirilo Vázquez Lagunes.

Hoy en día, la actividad ganadera aunque sigue siendo importante ha visto mermada  su relevancia, y de los cacicazgos, solo queda un mausoleo dedicado a ellos, en el panteón municipal, algunas leyendas, y un par de descendientes gobernando algunos pueblos de la región o representando a sus habitantes como diputados locales o federales.

Pero San Juan ha cobrado notoriedad de nuevo por los suicidios. Así lo entienden sus pobladores que no paran de hablar del tema a la menor provocación.

Y así lo ven Laura Bozzo y Rocío Sánchez Azuara, que se han dedicado a la caza de las familias en luto para hurgar en su intimidad, y arrancar detalle del por qué se suicidaron los jóvenes.

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Incluso, los pobladores parecen sumidos en una especie de competencia para ver quién ofrece la más sensata o la más excéntrica explicación entorno al origen de los suicidios

“Hay una causa diabólica que comenzó en la comunidad de Catagena (20 minutos de la cabecera municipal), donde construyeron una capilla para adorar a la Santa Muerte y realizar ritos satánicos en su honor. Ahí se hacen pactos con el diablo y se ofrecen vidas humanas en sacrificio”, dijo el cura Luis Lagunes Hernández.

La teoría del sacerdote ha encontrado eco en un grupo de mujeres católicas que cada viernes acuden a la iglesia del pueblo a rezar un  rosario al Santísimo Corazón de Jesús y ruegan por que pare la mortandad

Las mujeres rezan con devoción para impedir, según la versión del sacerdote, que varios niños más, impulsados por la Santa Muerte, se quiten la vida, en los siguientes días

“He pedido que no entren en hechicerías en pactos diabólicos, que no abran ventanas al mal, que no entren en páginas de Internet que los lleven al mal, pero no me hacen caso y aquí están las consecuencias”, recomienda el cura.

El presidente municipal de San Juan Evangélista, Abel Vázquez, no se interesa en teorías esotéricas y dice que es “una cuestión multifactorial”, y la psicóloga del DIF municipal, Ana Yurizán Romero Isidoro, lo respalda. Menciona que en los jóvenes que se refleja inseguridad y autoestima baja.

Santo Alemán, tío de Hugo Orlando “X”, no sabe qué sucedió en los otros casos, pero en lo que toca a su sobrino, pudo derivarse de conflicto familiar.

“Yo supe que tuvo una discusión con su padre porque lo reprendió  por llegar tarde a la casa”.

Ana Guadalupe Trolle Gutiérrez, directora de la escuela primaria Alfonso Arroyo Flores, de la localidad, dijo que cuando se enteró de que Luz del Carmen había dejado una carta póstuma pidiendo recibir honores “fui a ver a sus padres, y les comenté que eso no era posible. Yo les dije que no  podían traer su cuerpo a la escuela porque los niños de primer año, podrían asimilar las cosas de manera equivocada”.

Ella cree que los honores que recibió Hugo Orlando pudieron influir en la decisión que tomaron los demás, o al menos en la que tomó Luz del Carmen.

 “Ella fue con su mamá al velorio de Orlando, la niña estuvo ahí parada, dicen  que lloró mucho. Y, luego, al otro día que  tenía que venir a la escuela,  ella estaba enojada porque quería quedarse en los honores que le hicieron en la secundaria al muchacho”.

“Yo creo que eso la influyó, lo digo porque ella le hizo un comentario a una amiga, en donde le comentó que el homenaje se había visto muy bonito, que ‘qué chido’ que le hicieran a una persona le hicieran algo así”.

La directora sostiene que el suicidio de Luz del Carmen vino por imitación.

El cuarto suicidio en el ejido Guadalupe Victoria cobró la vida de Isabel “X” de 14 años de edad, y es toda una adivinanza.

Ninguna teoría convence, y el interés por esclarecer los casos ha superado a las familias del municipio. El staff de Rocío Sánchez Azuara (quien ya llevó a unas familias de San Juan a su set y se espera que pronto los lance al aire) y Laura Bozzo se han lanzado de tras de los familiares y amigos de las víctimas para obtener el testimonio sobre los sucesos.

Desde que se han visto los camionetas rotuladas de ambas televisoras, los habitantes se han dividido en dos bandos, los que anda a hurtadillas por el pueblo, haciéndose los aparecidos, ofreciendo sus teorías sobre los sucesos, y los que consideran que lo sucedido no debe ventilarse en televisión.