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Bomberos de Xalapa a favor de una ley que les permita obtener recursos públicos

Pedro Marcelino Flores, primer comandante, reconoce que ahora hay más apoyos, pero no los suficientes para atender a la zona.

En la oficina de Pedro Marcelino Flores Viveros, primer comandante del Cuerpo de Bombero de Xalapa, hay un tablero con los fotografías tamaño infantil de los elementos que integran el cuerpo de auxilio. Algunos ya pintan las primeras canas, y otros acaban de cumplir los 18 años.

Flores Viveros está orgulloso de los integrantes de la corporación que dirige. Tanto de aquellos que arriesgan la vida por un salario que no supera los 5 mil pesos mensuales o los 10 mil pesos mensuales –en algunos casos-; como de aquellos que acuden de manera voluntaria –sin goce de sueldo- a trabajar en las acciones de rescate.

El cuerpo de Bomberos de Xalapa está conformado por 40 elementos de base, y 25 personas, que acuden como voluntarios a reforzar los trabajos de atención de emergencia que se registran en Xalapa y al menos 15 municipios de la región.

“Estamos atendiendo poco más del millón de personas. En promedio hay un bombero por cada 25 mil habitantes; y se registraran varios accidentes a la vez, sólo podríamos atender cuatro de manera simultánea, si se presentara el quinto incidente, no nos daríamos abasto”, dice Flores Viveros.

Después de 43 años de servicio, a Marcelino le parece que las condiciones de austeridad en que viven los integrantes de este cuerpo de auxilio son algo natural, inherente al oficio.

Incluso, considera que comparado con los años en los que empezó, hay bastantes mejorías, “ahora hay tres subestaciones de bomberos: una en la zona norte, otra en la sur y la ubicada en la zona centro de la ciudad, antes sólo había una”.

Ahora, también hay un mayor número de motobombas, más trajes especiales para combatir fuego, e incluso, de unos años para acá, los salarios han mejorado para la mayoría de los apagafuegos.

“El trabajo del Patronato de Bomberos de Xalapa nos ha apoyado mucho: las gestiones que han realizado permitieron que de 40 elementos, 28 sueldos sean cubiertos por Seguridad Pública y Protección Civil del Estado. Cuatro los paga el ayuntamiento y 8 el patronato”.

Los que se encuentran financiados por las dependencias estatales alcanzan un sueldo de 10 mil pesos mensuales; mientras que los que paga el ayuntamiento y el patronato deben conformarse con 5 mil pesos.

Sin opacar las mejoras, Marcelino también reconoce que las necesidades continúan siendo muchas, sobre todo, en una región donde la población se ha duplicado en los últimos años, y donde el creciente número de industrias, y tránsito vehicular han generado un incremento en el riesgo de accidentes.

El Cuerpo de Bomberos de Xalapa requiere un gasto mensual de 90 a 100 mil pesos mensuales; de los cuales 25 mil pesos son de suministro de combustible, para que el camión de emergencias pueda desplazarse de la base a los lugares donde se registran las emergencias.

“También tenemos gastos considerables de agua, luz, refacciones y trabajos de mantenimiento a los vehículos que ocupamos”.

Para cubrir la necesidad de combustible, recientemente el Patronato consiguió que el ayuntamiento de Emiliano Zapata –cercano a la capital del estado y al cual dan servicio en caso de emergencias- les hiciera una donación de gas o diésel, que les permitiera permanecer disponibles.

Sin embargo, “se trata de una donación fluctuante, a veces nos dan, y hay días en que la donación no se hace, y entonces, cuando ocurre una emergencia siempre tenemos que entrar en la encrucijada: “voy o no voy”.

Otro problema a considerar es que los 40 elementos que forman parte del Cuerpo de Bomberos no son suficientes para atender las emergencias que se suscitan, pues aunque cuentan con 25 voluntarios “cuando los llamamos a una emergencia, a veces sólo puede acudir el 10 por ciento de ellos”.

“Con la planilla que tenemos, trabajamos con turnos de 18 personas, y cuando salimos a una emergencia vamos de tres a cuatro personas; cuando lo recomendable es que la cuadrilla se conforme de cinco o seis personas”.

Bomberos escépticos ante cambios en ley

Marcelino se muestra escéptico cuando se le plantea el caso del Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas que ha publicado una petición en el sitio Change.org para impulsar reformas constitucionales que establezcan la asignación de recursos públicos a los cuerpos de bomberos, a fin de que tengan salarios dignos y el equipo necesario para realizar su labor.

Primero sugiere que la iniciativa podría ser benéfica “porque podríamos homologar los salarios de los bomberos que ganan menos, con los que ganan más; podríamos impulsar cursos de capacitación en rescate y auxilio; y podríamos dotarnos de mejor equipo y herramientas de trabajo”.

Luego, estima que “si se hace algo así, habría que leer las letras chiquitas, que no nos vayan a querer cambiar en cada administración; qué no se vaya a politizar esto. Que un día nos digan bueno, ahora como viene otro alcalde, otro gobernador, los que están se van, y ahora entran los amigos”.

“Tampoco sería conveniente que se terminara con los bomberos voluntarios, con aquellos que vienen a auxiliarnos y estudian o tienen un empleo formal, y no cobrar por su colaboración, porque si eso sucediera, se acabaría con la mística de bombero”.

Marcelino Flores estima que si bien hace una reforma para procurarles condiciones laborales más justas, esta debería tener el cuidado de “no convertir a los bomberos en más trabajadores que en rescatistas. Se debe cuidar que  quien ingrese a un cuerpo de auxilio de esta naturaleza lo haga porque le gusta, por solidaridad con otra gente, y no por el sueldo o las prestaciones. Hay que conservar la mística”.