Jenaro Villamil, periodista de Proceso,  consideró que cada agresión o crimen contra un periodista que no se sanciona es una invitación a que el acoso y la vulnerabilidad del gremio continúen.

“Veracruz es un foco rojo, ahí están las cifras, ahí está la situación del gremio periodístico, y creo que en ese sentido, es necesario hacer una crítica a los dueños de los medios de comunicación.

“Las agresiones a periodistas tienen un costo para el gobierno, para las autoridades, pero si los dueños de los medios creen que somos piezas intercambiables o cifras de agresiones que pueden sustituir por otras, eso es muy grave”.

Villamil consideró que en la medida en que los empleadores de los periodistas no tomen en cuenta esta situación de vulnerabilidad que enfrentan los periodistas, las agresiones contra el gremio van a continuar.

Laura Bozzo, una mercader de las desgracias

Entorno a la demanda que la conductora de Talk-show, Laura Bozzo va a interponer en contra del corresponsal de proceso en Veracruz, por el caso de los suicidios en el municipio de San Juan Evangelista, Villamil dijo que Bozzo es un mercader de las desgracias.

“El punto fundamental, y lo que a mi me preocupa es ¿Laura Bozzo lo hace por iniciativa propia o porque forma parte de un convenio del Gobierno del Estado con Televisa o sencillamente porque ya nadie puede para a una señora que se ha vuelto la reina del mal gusto, y una mujer que se pelea con los periodistas?”.

El periodista Jenaro Villamil y el filósofo Jacob Buganza presentaron, la tarde de este lunes, el libro Ganas de lo contrario de la muerte: la religiosidad en Comala. Un acercamiento filosófico a Pedro Páramo, de Miguel Á. Elorza-Vásquez, publicado por la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV).

El texto considera la religiosidad como el principal presupuesto filosófico en la novela Pedro Páramo, obra capital de Juan Rulfo, situando en el centro de la discusión el pecado y la culpa que, junto con el resentimiento, son las causales de la soledad de los habitantes de Comala.

Este ensayo filosófico se sustentó en el Seminario de Investigación de Historia de la Filosofía de la UV impartido por  Angélica Salmerón y que tuvo como director a Carlos Monsiváis, quien revisó y corrigió el último borrador.