El fanatismo religioso no es una cosa sana y es un mal uso de la religión. Lo que tiene es que personas inspiradas en algunos principios religiosos, utilizan la religión para hacer el mal, explicó el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes.

Luego de que algunos incidentes que han concluido en el asesinato de otras personas, y estos se atribuyan al ‘fanatismo religioso’, el sacerdote recalcó la diferencia que existe entre este término y la religión verdadera.

“La religión es muy contraria a todas estas cosas, la religión, en principio, nos lleva a la comunión con Dios y a la comunión con las personas. La verdadera religión, al contrario del fanatismo, nos lleva siempre a practicar el bien, a practicar la tolerancia con los demás; el respeto, a ver en los demás la imagen de Dios, a ver a Dios mismo en las personas”.

Suazo Reyes señaló que el fanatismo religioso “denigra a la misma religión”, puesto que existen personas que se escudan en ella para causarle un mal a la humanidad, tal y como pasó hace menos de una semana en un templo de Poza Rica, donde un “iluminado” mató a cuchillazos a un creyente.

Sin embargo, estas personas que han incurrido en este tipo de tragedias siguen siendo parte de la comunidad cristiana, aseguró el padre, puesto que la misma religión exhorta a apoyarlos y conducirlos por el camino del bien, no a expulsarlos.

“Siguen siendo parte de la comunidad cristiana, pero es necesario evangelizarlas, es necesario ayudarles a convertirse y para eso ayuda mucho la comunidad cristiana, la iglesia. Todos somos pecadores, todos necesitamos siempre de conversión, de corregir cosas que no corresponden a lo que Dios nos enseña”.

“Somos gente que predica el ejemplo con amor”: evangélicos

“Nosotros somos gente que predica el ejemplo con amor, con respeto hacia los ciudadanos, hacia la sociedad, hacia las autoridades, pero nada tiene que ver con el fanatismo religioso”, dijo el presidente de la Red Evangélica en Veracruz, Guillermo Trujillo Álvarez.

Por ello, defendió a capa y espada la religión cristiana, aseverando que ésta no tiene nada que ver con los incidentes sobre fanatismo religioso que han ocurrido recientemente, donde ésta se ha visto involucrada.

“El fanatismo religioso lleva a extremos de gente que comete actos que no van conforme a la palabra de Dios, fuera de toda doctrina cristiana, de la sana doctrina de Jesús”.

A su vez, pidió no relacionar el caso del menor de edad que fue atado por sus padres a una ventana de la casa, supuestamente para inculcarle el “amor a Dios”, con la “doctrina de Jesús”, toda vez que son cuestiones totalmente independientes y desafortunadas para la religión.

“Es como si a los criminales que se digan católicos que cometen un crimen, que le vuelan la cabeza a la gente, que por esos hechos culpemos a los sacerdotes, es más o menos lo mismo. Yo creo que cada ciudadano es responsable de sus hechos, eso no se inculca en las iglesias evangélicas”.

Trujillo Álvarez rechazó las versiones que circulan en medios de comunicación donde adjudican el actuar del padre, influenciado por su religión, pues aseveró que esta relación únicamente se ha generado a través de redes sociales, toda vez que, según él, no existe una declaración oficial del señalado, que lo confirme.

“Eso fue una información en las redes sociales por gente que tiene cierta aberración hacia las diferentes creencias, eso sólo existe en el Facebook por gente que tiene aberración e intolerancia religiosa y están queriendo conectar que el papá es así porque es cristiano o es evangélico, eso es una mentira”.

Respecto al asesinato de un feligrés dentro de una iglesia en Poza Rica, donde un hombre lo apuñaló mientras gritaba que él había sido “iluminado” y debía expulsar a sus demonios, el evangélico señaló que todo se trató de mala suerte.

“Lamentablemente nos tocó a nosotros como iglesia, le pudo haber tocado a otra iglesia de cualquier índole, se pudo haber metido a un café o a un cine este loco, pero no es cuestión de la iglesia”.

Por último, Guillermo Trujillo pidió a la ciudadanía en general acudir a las iglesias evangélicas para ser testigos de lo que se predica, y así puedan diferenciar el fanatismo religioso, con lo que realmente se inculca en estos espacios.