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'Mako' compitió en el Eco-Marathon 2014 en Houston

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Diseñado por jóvenes de Arquitectura e Ingeniería de la UNAM.

Mako es el nombre de un tiburón pequeño y el de un vehículo diseñado por alumnos de las facultades de Arquitectura (FA) e Ingeniería (FI) de la UNAM, inspirado en el contorno y colores del escualo. El resultado es un monocasco de fibra de carbono en negro y gris, capaz de desplazarse sobre tres ruedas a gran velocidad.

Para demostrar que el prototipo hace honor a la rapidez del animal marino, los jóvenes pumas lo llevaron a Houston, Texas, para participar en el Shell Eco-Marathon 2014, competencia que invita a universitarios del mundo a construir automóviles que conjuguen rapidez y eficiencia energética.

En la contienda, dos mujeres piloto, Pamela Ruiz Castro y Teresa Fabiola Muñoz Juárez Díaz, ambas de la carrera de Diseño Industrial de la FA, recorrieron el parque público Discovery Green. La prueba constó de 10 vueltas sobre un trazado de 0.6 millas.

Desde el arcén, la escuadra Mako —integrada por Aldo Andrés Herrera Mancilla, Fernando Arturo Sagaseta Gómez y Oscar Leonardo Gómez Saldívar, de la FA, así como por Arturo Iriarte Fernández, de la FI— dio su apoyo a las chicas.

Ernesto Aarón Mendoza Cruz, del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI) y quien presentó el desarrollo de la carrocería del vehículo eléctrico como tesis para titularse como diseñador industrial, fungió como mánager.

Rivales

La octava edición del Shell Eco-Marathon tuvo como sede el George R. Brown Center y convocó a participantes de Brasil, Canadá, Estados Unidos, Guatemala y México, que presentaron 136 vehículos en las categorías Convencional y Prototipo Eléctrico.

El equipo universitario se inscribió en el último rubro, donde contendió contra 33 autos, de los que sólo calificaron 15 tras una inspección técnica que ponderó seguridad, peso del piloto y del aparato (el límite era de 140 kilogramos, pero el prototipo puma registró 63).

También se realizaron pruebas de frenos delanteros, traseros y conjuntos sobre una rampa con 35 grados de elevación y se hizo una revisión acuciosa del cinturón de seguridad del piloto, switch de encendido y funcionamiento del extinguidor, entre otros aspectos.

Del motor eléctrico y control central del vehículo se examinó su instalación, diseño y diagramas, que este año debieron ser elaborados por los mismos estudiantes, sin apoyo de profesores o expertos.

Tras concluir su participación en esta edición, el equipo universitario ya se prepara para la de 2015 y anticipa que muchos de sus integrantes saldrán y entrarán nuevos, sobre todo porque varios de los actuales concluirán la licenciatura. No obstante, los jóvenes esperan que estas modificaciones sirvan para, en 12 meses, hacerse de un lugar en el podio de ganadores.