"La fe, si no nos impulsa a vincularnos a los demás, si no nos mueve al compromiso y a la construcción del reino, no es una fe auténtica. Y de esto está lleno este mundo en donde la religión también se torna débil, como la política, la economía y el pensamiento".

Así lo considera la Arquidiócesis de Xalapa, que este domingo recordó que “la fe no puede vivirse por debajo de su verdadero potencial”.

Ésta  no puede esconderse por presiones y prejuicios políticos; la fe no puede adulterarse con experiencias que consiguen tranquilizar la conciencia, pero que no llevan a Dios.

Para la Iglesia católica la fe representa un impulso y se experimenta como confianza y fortaleza para sumarse en la construcción de un mundo mejor.

En el contexto de la celebración de la Cuaresma, y previo a las festividades de la Semana Santa la Arquidiócesis exhortó a renovar la fe a fin de comprometerse en la transformación de la sociedad.