En el marco del “Día Mundial del Glaucoma” que se conmemora este 12 de marzo, se advirtió que el glaucoma es la segunda causa de ceguera a nivel global, de ahí la importancia de acudir periódicamente con el especialista.

Lo anterior dijo la oftalmóloga Mabel Vera Pedro, encargada del Módulo de Glaucoma de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) N° 189 del Centro Médico Nacional "Adolfo Ruíz Cortines" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El glaucoma es una alteración de la presión del ojo, que genera un defecto en el nervio óptico y se manifiesta con la pérdida del campo de la visión periférica de manera progresiva y que puede originar ceguera total, de no tratarse a tiempo.

La causa principal del glaucoma se desconoce, pero se sabe que en el sistema de drenaje del ojo que se llama trabécula -que es parecido a una coladera-, comienza a tener dificultades para darle salida al humor acuoso, lo que ocasiona que éste se acumule provocando la presión en nervio del ojo y por ende la pérdida de la visión, agregó la oftalmóloga.

Si  no hay una revisión periódica de la presión ocular por el médico especialista, por lo general no es posible detectar el glaucoma y esto sucede en el 90 por ciento de los casos, ya que como no presenta síntomas como picazón, dolor y tampoco arde, entonces el paciente va perdiendo la visión sin darse cuenta y lo más lamentable, es que el  daño es irreversible.

Por tal razón, se recomienda revisar el ojo por un oftalmólogo desde  edades tempranas, pero hay que poner mayor atención para que a partir de los 40 años, se revise la presión intraocular de manera regular, recomendó la doctora Vera Pedro.

En este sentido, si el paciente tiene el antecedente  familiar  de que alguno de los padres o tíos tienen este problema, existe una alta posibilidad de que también se presente, incluso a una edad más temprana, por lo cual,  es necesaria una revisión oftalmológica más frecuente.

Por otra parte, si el paciente es diabético o hipertenso, entonces requiere de una vigilancia más estrecha, porque además del glaucoma, puede también presentar una retinopatía diabética.

El tratamiento del glaucoma es con fármacos aplicados directamente en el ojo o bien, en casos muy severos de difícil control, se puede realizar una cirugía que se denomina trabeculectomía, cuya finalidad es controlar y detener el avance del problema, aunque cabe reiterar, que el daño provocado por la enfermedad es irreversible.

Por último, Mabel Vera Pedro dijo que para detectar a tiempo el glaucoma,  es necesario acudir con su médico oftalmólogo del Seguro Social, para detectar en etapas iniciales la enfermedad y de esta manera controlar la progresión de los daños en el ojo y más aún, cuando se tienen familiares con este problema.